IBM celebra hoy cien años de vida empresarial. Desde ayer, algunos medios le alaban la capacidad de reinvención para sobrevivir, mientras otros comentan la llamada “celebración de servicio” que pondrá a “400.000 empleados de todo el mundo saltando el trabajo de oficina habitual con el fin de donar su tiempo a causas benéficas y escuelas”. También ayer, representantes del Sindicato de los Trabajadores de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (conocido por la sigla CePETel) protestaron frente al edificio que la subsidiaria argentina de la multinacional tiene en Catalinas Norte.
Ésta no es la primera vez que los alrededores del ¿pasaje? Ing. Butty se convierten en escenario de reclamos laborales. Los registros online escasean (éste parece el más completo) pero quienes frecuentamos Retiro a diario nos topamos seguido con escraches que en el transcurso de los años (por lo menos desde 2004) dieron cuenta de los problemas salariales y contractuales que afectan a los empleados locales de la gran corporación informática.
La manifestación de este descontento trasciende los límites de Buenos Aires. Sin ir más lejos, la semana pasada Cadena 3 se hizo eco del “primer paro en la historia de IBM Argentina” realizado en la ciudad de Córdoba.
La protesta porteña de ayer martes empezó pasado el mediodía, y consistió en la colocación de tres pasacalles de la CePETel y en la repetición de distintos reclamos que un miembro del sindicato vociferó megáfono en mano. Cuando se sacó la segunda foto que ilustra este post, eran cuatro los asistentes a la convocatoria, probablemente los mismos cuatro que llevaron los carteles.
En la página que Wikipedia le dedica a la compañía fundada por Charles Flint, un pequeño apartado sostiene que “IBM lleva adelante una política hostil a la sindicalización”. Tal vez ésta sea la razón por la cual la manifestación relevada por Espectadores tuvo tan poca -por no decir ninguna- adhesión.
La política empresarial no impidió, en cambio, la conformación de la IBM Workers International Solidarity (IWIS), coordinadora de la actividad sindical de los trabajadores de la corporación en el mundo. De esta iniciativa nació la Global Union Alliance, hoy autora de este llamamiento a un reclamo global.
Es probable que esta entidad también haya ayudado a concretar las primeras elecciones de delegados en nuestro país, que tuvieron lugar en enero del año pasado. Aunque todo un adelanto, la sindicalización no consigue rescatar a los empleados de IBM Argentina de la precariedad laboral.
Por eso hoy no todo es festejo. “Cuatro manifestantes no cuentan”, objetarán algunos. Hay quienes sospechamos que los descontentos son más.