Solo tienes que entrar a cualquier foro, plataforma o grupo de escritores y te encontrarás con una serie de complejos. Una persona acomplejada «presenta una marcada disconformidad con alguno o varios aspectos físicos o psíquicos de su persona, los que experimenta o percibe subjetivamente con sentimientos de minusvalía» (Wikipedia).
En el caso de los escritores, el complejo puede adherirse al ego y las rivalidades con otros, creando un campo de batalla en el que no me gustaría estar. En lo personal, me alejo de esas discusiones y evito cualquier malentendido con los colegas, pero uno no lo puede evitar, tarde o temprano termina cayendo en la lengua o pluma de otro. Solo puedes decidir si lo ignoras o no (de escoger la segunda opción, probablemente tienes un complejo).
Hoy pretendo presentarte los ocho complejos de escritor que más se repiten en el mundillo literario. Léelos con atención, pues te puedes llegar a autodiagnosticar, o tal vez termines refiriendo a algún amigo a un terapeuta literario.
1. Entras en histeria cuando alguien roba o plagia tu trabajo
Autopublicaste tu libro y te das cuenta de que lo están regalando en equis página, mientras que tú solo lo vendes por .99¢, o de pronto vez que alguien publicó un escrito tuyo en su blog… y sin corroborar dos veces, entras a tu red social y despotricas contra la persona con insultos, alegatos y toda tu caballería. Luego haces una campaña antipiratería que dura varios días, escribes un post mostrando tu evidencia, difundes el material y exiges por todos los medios tus .99¢ (porque te has hecho menos rico al no recibirlos).
¡Ojo! Lee esto en el sentido irónico en que lo presento, que si te sientes identificado y rápidamente quieres dejarme un comentario negativo, es que estás cucú, cucú…
Haré hincapié en una palabra: histeria. No es lo mismo hacer lo que describí anteriormente a corroborar varias veces si, en efecto, te robaron o plagiaron, y mantener la calma. Escribirle un correo a la persona y pedirle explicaciones (y que quite el material, te dé el crédito o lo que desees), después denunciar, si aplica según la página que sea. Y entonces, si no se resuelve la situación, manifestarte en las redes sociales y quizás hacer una campaña contra estos actos, pero todo bien pensado. (No significa que no tengas coraje, solo que tienes autodominio, estás seguro de ti mismo y puedes controlar tu visceralidad).
2. Crees que la obra de otro escritor es mejor que la tuya
Todos admiramos a un escritor, pero estarte comparando con otros, incluyendo los nóveles, solo refleja tu complejo de inferioridad. Si consideras que jamás vas a llegar a escribir como Fulanito, ¿para qué escribes? Mejor pierde tu tiempo en otra cosa… o ponte las pilas de una vez y ¡aprende a escribir!
3. No publicas tus escritos porque temes que a nadie les gustarán
Típico. Te matas escribiendo y lo escondes en el cajón porque a nadie en el mundo mundial le gustará la porquería que escribiste. ¡Por favor! Apuesto a que puedes mencionar más de un bestseller lleno de clichés y con poca (o nula) calidad literaria. ¿Tu historia es peor que ese libro? ¿Cómo rayos esperas aprender si no tienes la retroalimentación de al menos un lector?
4. Tienes «tus días» para escribir
¡Madre mía! El que no se tome esto en serio, mejor que no se lo tome. Para aprender a escribir hay que escribir (no solo intentarlo o pensarlo). Si no sacas tiempo para hacerlo parte de tu diario vivir, será un simple pasatiempo, como coleccionar estampillas.
Decir que un día no puedes escribir porque está lloviendo y tienes frío es buscar una limitación donde no la hay. Lo mismo sucede si solo puedes escribir cuando te peleas con tu pareja, un familiar o un amigo (si es así, quédate en el anonimato que no necesito amigos buscapleitos). :)
5. Sentirte fatal cuando publicas y después encuentras un error
¡No lo sabes todo! Y a cualquiera se le escapan errores, porque es muy difícil distanciarnos de lo que escribimos y sacarnos el ojo artístico para ponernos el ojo crítico. Solo tienes que relajarte, corregirlo y tener más cuidado la próxima vez. Y si fue un lector quien te notificó, agradécele y recompénsale con un detalle.
¡Ah!, pero si fue que publicaste un borrador sin haber pasado por su proceso de corrección, reescritura y edición… ¡sal de aquí! ¡Tú no eres escritor!
6. Piensas que tu vocabulario es deficiente
¡Léete un diccionario! Y no te lo tomes a broma… cuando entré en la universidad conocí unas chicas que lo estaban haciendo y no pude evitar sentirme inculta.
Hay muchas técnicas para incrementar tu vocabulario, así que tranquilízate. Solo recuerda que para escribir no tienes que ser un lexicógrafo, de lo contrario tus lectores necesitarán un diccionario para entenderte.
7. Te hacen una crítica y se te cae el mundo
…editas tus textos, borras otros y hasta te disculpas. ¡Más de una persona te dirá que tus escritos no valen nada! Se lo han dicho a todos los grandes. Tú apenas comienzas y ¿te crees que nadie te va a criticar?
Sé maduro. Recibe la crítica. Dialoga con la persona. Aprende de tus errores. Busca ayuda. Y sigue escribiendo.
8. Pensar que tus escritos son la gran hostia
¡Cristo amado! ¿Has conocido algún escritor que solo habla de sus textos y los presenta como la gran revelación literaria del siglo? ¡Es alucinante! Algunos se autovaloran tanto que llegan a ver por encima del hombro a los demás escritores, sobre todo si no han publicado formalmente o si lo hacen en Wattpad o en un blog.
¡Ey, tú! Si eres tan buen escritor, ¿por qué no estás recibiendo los millones que reciben otros?, ¿por qué las editoriales no se están peleando por ti?, ¿por qué solo te conoce tu familia y los mil «amigos» del Facebook? Gente, no quiero ser cruel, pero es que estas personas llegan a ser tan tóxicas que terminan por agobiarme.
Ahora que conoces estos ocho complejos, quiero darte la ñapa. Te presento diez estereotipos o conceptos erróneos que pululan en estos grupos de escritores:
- El fanfic es solo para adolescentes.
- Los jóvenes solo escriben o leen por moda.
- Si escribes literatura erótica, eres un calentón.
- Si no has leído equis clásico, no sabes nada de literatura.
- Todos los libros autopublicados son mediocres y de baja calidad.
- El escritor que tiene muchos likes, comentarios y votos, los intercambia o tiene multicuenta.
- Aquellos que ofrecemos servicios editoriales queremos aprovecharnos de los novatos.
- Como tengo equis cantidad de fanáticos/seguidores y lecturas, ya sé todo lo que tengo que saber sobre el oficio de escritor.
- Si no has publicado, no eres escritor.
- Si me critican mi obra sin un argumento que yo considere sólido, es por envidia.
Ahora quiero leerte a ti. De seguro quieres compartirme algún otro complejo de escritor o estereotipo sobre el mundo literario, pues yo solo enumeré unos cuantos.
¡Ah! y no te tomes al pie de la letra lo aquí descrito. Date cuenta del tono irónico que utilicé. Y si realmente te sentiste identificado y quieres trabajar con ello para continuar creciendo como escritor, te invito a contratar mis servicios de coaching literario. ¡Puedo ser tu terapeuta!
¡No olvides compartir en tus redes sociales!