Revista Cultura y Ocio

Los Cuadernos de Lichtenberg por Luis Fernando Moreno Claros en Ciudad de Azófar

Publicado el 31 mayo 2015 por Hermidaeditores
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Especial Feria del libro Cuadernos de Lichtenberg


Otros libros que me parecen muy interesantes de entre los publicados últimamente de filosofía y ensayo son los que menciono en mi reseña de "Babelia" (publicada la semana pasada) sobre las novedades filosóficas que se presentan de cara a la feria del libro de Madrid: dejo aquí el enlace a esta reseña: "El sentido de la vida rota".
De entre los mencionados en este comentario mínimo destaco el primer tomo de los escritos de Lichtenberg, el libro de Peter Trawny sobre los cuadernos negros de Heidegger, el ensayo de Esquirol y la recopilación de fragmentos de Voltaire hecha por Fernando Savater, además del libro de chistes filosóficos de Slavoj Zizek.

Los Cuadernos de Lichtenberg por Luis Fernando Moreno Claros en Ciudad de Azófar

Cuadernos I

Del científico y escritor alemán Georg Christoph Lichtenberg contábamos en español con algunas antologías de aforismos, casi todas descatalogadas, pero nunca antes se había intentado la traducción completa de los Südelbücher. Con este nombre publicó Lichtenberg sus notas. En la edición que presenta la madrileña Hermida Editores han traducido este término por "Cuadernos" a secas, dada la dificultad de traducir el título original que se refiere a un cuaderno de contaduría en el que se anota el debe y el haber. Lichtenberg no sólo fue escritor de aforismos, en sus cuadernos anotaba parrafadas enteras de observaciones filosóficas y psicológicas, siempre en diálogo con teorías filosóficas o científicas de la época o de tradición histórica. Anotaba asimismo anécdotas vividas u oídas y dejaba fragmentos sin terminar; en definitiva, hay mucha materia en estos cuadernos para pensar, pero no siempre son entradas fáciles; a menudo hay que conocer el contexto de la vida y la época del autor para entenderlas. Pero la mayor parte de ellas se entiende por si solas y proporcionan gozo al lector. Carlos Fortea logra una traducción notable, dada la dificultad del original, lleno de guiños a veces oscuros (habría que repasar algún párrafo en ediciones futuras). No es una lectura fácil, sin embargo, compensa el esfuerzo. Es uno de estos libros que pueden leerse a saltos tanto como de corrido; lo que sí es cierto es que el lector volverá a él a menudo para recordar algún fragmento leído, y los hay verdaderamente ingeniosos y certeros. Y asimismo pensamientos muy serios sobre ética, filosofía, psicología, etc. Bórrese de la mente de los lectores cualquier tipo de superficialidad en Lichtenberg, humor, sí, pero el de un gran observador de la tragicomedia de la humanidad.

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