Revista Arte
En el caso de la obra de los artistas occidentales ¿qué tipo de cuadros se venden más? Hay algunas reglas generales. Un retrato de una mujer atractiva o un niño funcionan mejor que un anciana o un hombre feo. Una Marylin naranja de Warhol consigue un precio veinte veces superior que un Richard Nixon del mismo tamaño.
Los colores tienen su importancia. Brett Gorvy, codirector de arte contemporáneo de Christie´s International, afirma que la gradación del color del más al menos vendible es: rojo, blanco, azul, amarillo, verde y negro. Cuando se trata de Andy Warhol, el verde va antes. El verde es el color del dinero.
Los colores brillantes prevalecen sobre los pálidos. Los lienzos horizontales sobre los verticales. Los desnudo venden más que la modestia, y los desnudos femeninos mucho más que los masculinos. Un desnudo femenino de Boucher vende a un precio diez veces superior que uno masculino. Las obras figurativas tienen preferencia sobre los paisajes. Una naturaleza muerta con flores vale más que otra con frutas, y las rosas se prefieren a los crisantemos. El agua en calma aumenta el valor (pensemos en Los nenúfares de Monet); el agua embravecida arroja precios inferiores (pensemos en los cuadros sobre el mar). Los naufragios aún menos.
Los perros de raza valen más que los mestizos, y los caballos de carreras más que los de carros. En cuanto a los cuadros que incluyen aves de caza, cuánto más caro es cazar al pájaro, más incrementa el pájaro el valor del cuadro, el urogallo vale el triple que el ánade real. Hay otra regla aún más específica, gentileza del marchante privado de Nueva York, David Nash: los cuadros que contienen vacas nunca se venden bien. Jamás.
El tiburón de 12 millones de dólares, Don Thompson. 2ªed. Madrid: Editorial Ariel. p. 301-302