Nos encontramos casi al final de la etapa navideña y con un Nuevo Año a tiro de piedra. Cuando escribo esto, seis horas tan sólo nos separan de 2011.
2010 cierra una década, que en su primer lustro y llegadas estas fechas, cuando deseábamos a nuestra familia, amigos, vecinos o al tendero de la esquina “Feliz Año Nuevo… Y si es posible, que sea mejor que este que acaba…” decíamos algo tópico. Una frase hecha, pues a casi nadie le faltaba el trabajo, el que lo deseaba cambiaba de piso y de coche (con esfuerzo siempre, claro, pero se podía hacer), y se permitía caprichos.
En el siguiente lustro, sobre todo en los últimos años, la frase ha tomado una vigencia general, y cuando la decimos, es algo que realmente deseamos de corazón.
Feliz Año Nuevo… Y que sea mejor que el que acaba…
¡Ah! Y empezadlo con una buena película.