¡Arrepentíos!
¿Qué pueden tener en común estudios desarrolladores tan aparentemente diferentes como Crytek1, UbiSoft o DICE, el estudio de Electronic Arts responsable de entre otras cosas Battlefield?
Pues que todos ellos, y seguro que alguno más habrá que opine igual, han hecho público a lo largo de estas últimas semanas su necesidad por la llegada de nuevos sistemas, de una nueva generación de consolas domésticas.
Las razones pero son dispares. Crytek, por ejemplo, uno puede imaginarse que siendo como son adalides de la revolución gráfica, por más virguerías que hayan conseguido con las adaptaciones a consola de Crysis 2, ha llegado un momento en que a esos sistemas no les pueden sacar más jugo…
En DICE las cosas también van un poco por ahí, obsesionados como están ultimamente con que su Battlefield 3 luzca mejor que nunca.
¿Y Ubisoft? Bueno, ellos son un poco más particulares… Creen que el mercado está estancado y que solo un relevo generacional conseguirá de-saturar el mercado… un mercado de cuya saturación son por cierto uno de los principales culpables.
Es cierto, Ubisoft ha tocado su techo grafico.
El caso es que hay bastante consenso entre los desarrolladores que el cambio generacional es necesario. Y es que en el fondo no es de extrañar…
Pensadlo bien, llevamos con nuestras Wii, con nuestras PS3 y nuestras Xbox360 hasta la friolera cifra de cinco y seis años de vida. Que en el fondo no es una cifra muy grande, pero echando un vistazo atrás, uno recuerda que la mayoría de ciclos nunca han superado el lustro de vida.
Es cierto que Sony ha estirado siempre artificialmente la vida de sus sistemas (¡PS2 ya roza los 11 años de edad!) pero en general, cuando un sistema se aproximaba a los cinco años en el mercado, todas las compañías, incluida Sega en su día, ya se iban haciendo a la idea que tocaba un relevo tecnológico.
¿Qué ha pasado esta vez? Que tanto Microsoft como Sony, e incluso Nintendo que lo afirmó de pasadillo alguna vez, nos convencieron hace tiempo que esta generación, la septima, sería especialmente larga. Tanto desde Redmond como desde Tokyo se nos aseguraba hasta diez años en vez de los habituales cinco.
Particularmente lo ha afirmado Sony, que nos aseguró una tecnología que no brillaría hasta que pasaran unos cuantos años… De hecho, lo continúan afirmando.
Y por si alguno pensaba que iban de farol, el lanzamiento de Kinect y Move, con su supuesto gran éxito de ventas, nos confirman que efectivamente ninguna de las dos compañías planeara un nuevo sistema en breve… ¿Para qué, si lo viejo sigue vendiendose perfectamente?
Es en este momento cuando una vez más vuelvo a pensar y a admirar la maestría de Nintendo. ¿No lo veis?
Sony y Microsoft están vendiendo tecnología de ayer a precio de hoy pero con un nuevo mando fuera de lo normal. Exactamente lo que estaba haciendo Nintendo hoy hace ya cinco años.
¿Y ante esta situación que hace Nintendo? Una vez más ir un paso por delante y anunciar lo que piden los principales desarrolladores del mundo, un nuevo sistema.
Porque sí, el Project Café da mucho pie a cachondeo y sabemos que Nintendo nos la volverá a colar, pero de momento esos estudios ya han visto realizado su deseo.
Prototipo de la nueva maquina de Nintendo.
Siempre un paso por delante… Lo de Nintendo no es normal, a veces me pregunto si es que son unos visionarios genios del marketing o que tienen la mayor potra del mundo.
De todas formas, no se que opinareis vosotros, pero yo tanta prisa por tener un nuevo sistema no tengo… Creo que nuestros sistemas actuales, particularmente Xbox360 y PS3 aún tienen mucho por mostrar.
Y a quien quiera revoluciones gráficas siempre le quedará el PC, el PC, el PC…