Todos los padres esperamos con emoción, el momento en que el primer diente. Comience a asomar por la encia del niño. Un momento memorable, aunque por desgracia doloroso para los niños. El diente se abre paso a través de las encias, provocando un gran número de consecuencias en el niño. Vamos a aprender algo sobre los dientes de leche en los niños.
Los dientes.
Los humanos, tenemos dos tipos de dentición. Cuando somos bebés, comienzan a salirnos una serie de dientes, que no en muchos años, comenzarán a caerse para dar lugar a los dientes que tendremos el resto de los años (que nos duren).
En verdad los dientes de leche, comienzan su nacimientos durante la gestación. Aunque permanecen dentro de las encias.
¿Cuando salen los dientes de leche?
Como en todo en los niños. Los dientes de leche, dependerá de cada niño. Hay niños que desde el tercer mes de vida, ya comienzan a asomar los primeros dientes. Sin embargo en otros niños, este proceso, se puede retrasar incluso hasta el año de edad del niño.
La función de los dientes de leche.
Los dientes de leche, permanecen con nosotros durante poco tiempo. Aunque su función es muy importante para distintos desarrollos. Vamos a conocer algunos de los trabajos que tienen que realizar los dientes de leche en el tiempo que los tenemos.
Al igual que los permanentes, servirán a los niños para que preparen la comida antes de ingerirla. Es una época en la que el niño probará muchos alimentos nuevos. Incluso en los primeros años, ni siquiera sabrá masticar.
Con su presencia, cuidan el espacio que más adelante, tendrán que ocupar los dientes permanentes.
Consiguen estimular el hueso maxilar. Aumentando así su tamaño, y preparandolo para cuando comiencen a salir los dientes nuevos.
Los dientes, son básicos a la hora de hablar. Por eso, los dientes de leche, serán cruciales en el proceso del habla del niño. Acostumbrando la legua a los movimientos para emitir los diferentes sonidos.
La caida de los dientes de leche.
Con el tiempo, llegará el momento en que los dientes tienen que caerse para dejar paso a los dientes permanentes. Al igual que su nacimiento, dependerá del niño. Aunque suele estar en un periodo de edad entre los 7 y los 12 años. Cayendose uno a uno. Y siendo remplazados en no mucho tiempo.