Nolan no consigue implantar su nominación en la mente de los académicos
Nunca llueve a gusto de todos y cada año muchos nombres se quedan en el tintero de las nominaciones a los Oscar, donde a diferencia de Los Globos no se reconoce la categoría de comedia/musical por separado reduciendo considerablemente el número de películas a concurso. Pero este año las ausencias son algo más destacadas de lo habitual, sobre todo la que todos tenéis en mente.
Descube cuales son a nuestro juicio los 10 nombres que deberían estar en las nominaciones a los Oscar 2011 tras el salto.
10. Pierce Brosnan por El Escritor
Los Oscar nunca han huido de una carga moral en los premios más allá del trabajo concreto que reconozcan. En muchas ocasiones, la sola nominación supone el premio a un cambio acertado en el rumbo de la carrera de los intérpretes, que es como mejor podemos definir la trayectoria actual del ex James Bond.
Su ausencia seguramente sea debido al temprano estreno de El Escritor en tierras americanas, días después de la pasada ceremonia, y que ha condenado el mejor trabajo de la carrera de Brosnan a la indiferencia. Pero desde aquí nos gustaría reivindicar una de las mejores encarnaciones de un político ficticio de los últimos años.
9. Cécile de France por Más Allá de la Vida
Puede que muchos consideren que lo último de Clint Eastwood es demasiado pausado e intrascendente incluso para el maestro, pero si algo consigue brillar con especial fuerza entre la niebla del más allá es el trabajo de la francesa Cécile de France. Su frescura es lo más estimulante de la función a pesar de que su personaje es el más maltratado por la confusa estructura narrativa del guión. Es una pena que la decepción general que rodea a la película haya terminado por eclipsarla.
8. Matt Damon por Valor de Ley
Es cierto que en Hereafter Damon esta bastante lejos de las sólidas interpretaciones a las que nos lleva acostumbrando largo de los últimos años, algo que se perdona cuando decubrimos que su papel estrella esta temporada es el del remake de Valor de Ley a manos de Los Coen. Su Ranger presumido, violento y machista es el mejor complemento posible para las enormes labores de Jeff Bridges y Hailee Steinfeld, que si se han visto reconocidas eclipsando el trabajo del actor como ya le sucedió en El Talento de Mr. Ripley con Jude Law.
7. Los Efectos especiales de Tron Legacy
La única razón que se me ocurre para que una cinta que es un 90% efectos visuales no haya encontrado su hueco en las nominaciones es que a los académicos no les ha gustado demasiado la recreación del Jeff Bridges joven, sin duda el aspecto más polémico de toda la función. Pero es un error que han sabido disimular otorgándole al personaje los mejores momentos de toda la cinta y que no debería empañar el esforzadísimo trabajo de actualización del universo Tron que han llevado a cabo en Disney. Una injusticia en toda regla.
6. Danny Boyle por 127 Horas
El éxito de Slumdog Millonaire aún está demasiado caliente como para encumbrar al director inglés en su trabajo inmediatamente posterior, y más si la historia que nos cuenta no es tan fácil de vender como la épica aventura que lleva a un niño de la calle a ser multimillonario. Pero que no os engañe la desmoralizante premisa de 127 Horas, sobre un montañero atrapado bajo una roca. No hay que olvidar ni por un segundo que nos encontramos ante un director que se basa en el ritmo, y de eso la cinta protagonizada por James Franco va sobrada.
Por todas esas razones, y por ayudar a un actor tan interesante como James Franco a dejar atrás la etiqueta de "prometedor", consideramos que Boyle debería tener su hueco en las nominaciones más allá de, por ejemplo, el correctísimo trabajo de Tom Hopper en El Discurso del Rey. Porque el cine de Boyle es puro nervio, visceralidad y no deja indiferente a nadie. Cualidades que hoy en día deberíamos premiar por encima de cualquier otra.
5. Andrew Garfield por La Red Social
Mientras que Jesse Eisenberg ha consegudio su nominación por el lucidísimo rol de Mark Zuckerberg, la verdadera revelación de la cinta ha quedado para comerse los mocos. Con razón en Sony le han confiado a Garfield la resurreción de Spiderman. En La Red Social consigue en pocas escenas plasmar la evolución de un personaje desde la absoluta inocencia a la decepción más profunda. Sin duda, un talento joven y prometedor al que una nominación le hubiera ido más que bien para encauzar su carrera, aunque claro, encarnando al trepamuros lo tiene todo hecho, así que ya tendrá otras oportunidades.
4. Ryan Gosling por My Blue Valentine
No lo consiguió con Lars y Una Chica de Verdad y vuelve a quedarse a las puertas con My Blue Valentine. Pero si en la primera su trabajo era lo único destacable de una película olvidable, en este caso nos encontramos ante carnaza de Oscar de manual. No en vano su compañero Michelle Williams ha obtenido una más que merecida candidatura por dar vida a la mitad de una pareja que nos va relatando su complicada vida juntos. Sin duda, la historia romántica del año que no sería posible sin Ryan Gosling, que nunca falla.
3. Daft Punk por la BSO de Tron Legacy
Como ya comentamos en nuestro ranking de las Mejores BSO de 2010, el trabajo del duo para la resurreción de la licencia Tron alcanza un nivel de compenetración con las imágenes visto en muy pocas cintas. Es imposible hablar de Tron Legacy sin hacerlo también de Daft Punk. Una banda sonora que ha sido totalmente ignorada por la Academia, que considera la franja electrónica cubierta con la nominación a Trent Reznor.
2. Lee Unkrich por la dirección de Toy Story 3
Con sendas nominaciones a la mejor película y mejor guión adaptado (por ser una secuela) y con el de animación bajo el brazo, extraña y mucho que no se haya destacado la labor de Lee Unkrich (Buscando a Nemo, Monstruos S.A.) tras el tremendo éxito de Toy Story 3. Parece que más allá de John Lasseter (Toy Story 1&2 y Cars) y su fichaje para Misión Imposible IV, aún es pronto para que la industria reconozca a los realizadores de películas de animación.
Y eso que no era nada fácil llevar a cabo la conclusión anunciada y definitiva de una saga que ha representado un pilar básico para los que nos enamoramos del cine en nuestra adolescencia. Pero Unkrich ha sabido hacerlo apelando a la nostalgia cuando ha sido necesario y sin abusar de sentimentalismos. Porque al fin y al cabo, esto es una aventura y tras más de una década el final tenía que estar a la altura.
1. Chris Nolan por la dirección de Inception
Irónicamente, las redes sociales no tardaron en llenarse de mensajes reivindicando una nominación para Nolan tras conocer a los candidatos finales. Los reconocimientos a la mejor película y guión original se antojan escasos para un realizador que se ha tenido que enfrentar las expectativas más altas de los últimos años (también conocido como "el efecto post-TDK") y que encima ha salido ganando.
La única explicación para esta ausencia escandalosa la podemos encontrar en una razón tan simple y lógica como el reparto de votos. No hay que olvidar que la ciencia ficción cerebral (Avatar es otra cosa) aún goza de cierto halo "just for freaks" y que los Oscars los deciden los propios integrantes de la industria, a los que quizás no les ha intimidado el absoluto protagonismo de Nolan en todos los medios hasta llegar a convertirse en el director del año, aunque no esté nominado.