Los discursos del presidente Trump para celebrar el 4 de julio, Día de la Independencia, van a pasar a la Historia como dos de los más brillantes y clarificadores de su primera presidencia. El primero de ellos, en Mount Rushmore, Dakota del Sur, es clave para definir el contexto actual y plantear el desafío que tenemos por delante en un momento en que Estados Unidos, sus valores, sus instituciones, y su historia están siendo atacados y agredidos por el radicalismo antiamericano de izquierda. Aunque la mayoría de los estadounidenses rechazamos los ataques izquierdistas radicales contra nuestro país y nuestra historia, las opiniones de los extremistas, amparados por los medios y el Partido Demócrata, se arraigarán socialmente a menos que los refutamos con fuerza y determinación, y a menos que los combatamos con firmeza en todos los frentes.
Este ha sido, pues, un importante Cuatro de Julio. Una vez más estamos siendo desafiados para ser valientes. Los acontecimientos de los últimos meses han dejado claro que si no estamos dispuestos a ponernos de pie y luchar cuando es necesario, no seremos libres por mucho más tiempo porque la izquierda recortará libertades civiles y borrará nuestra Historia común.
El discurso de Trump en Mount Rushmore es una pieza esencial de ese combate por nuestras libertades y traza la línea entre los radicales de izquierdas que impondrían una dictadura totalitaria de pensamiento, discurso y acción de gobierno, y aquellos que defendemos a Estados Unidos y su herencia cultural y social. En este punto, el presidente Trump se ha mostrado firme al dejar claro que nuestros derechos provienen de Dios y no de un determinado gobierno o grupo de personas. La afirmación del presidente de que debemos inclinarnos sólo ante Dios restablece la clásica creencia estadounidense de que, como personas libres, no tenemos el deber de inclinarnos ante ninguna persona u organización. Algo que los grupos de ultra izquierda y el Partido Demócrata quieren imponer por la vía de los hechos. Trump ha demostrado con nitidez y fortaleza que está preparado para enfrentar a la izquierda totalitaria con toda su energía y defender la Constitución que juró el primer día de su presidencia.
El mensaje nítido del presidente se ha escuchado con fuerza en todas partes: Estados Unidos es una nación bajo ataque desde el interior. Si nosotros, el pueblo, no permanecemos en pie juntos y luchamos, no habrá Estados Unidos. Tenemos que darnos cuenta de que podemos y debemos trabajar juntos para el futuro de nuestro país. Republicanos, independientes, demócratas descontentos con la deriva izquierdista de su partido, debemos aunar el voto en favor de Trump en noviembre. Esta elección presidencial es crítica para el futuro de Estados Unidos.
Atacar nuestros monumentos históricos es atacar los cimientos de la libertad estadounidense, que ha evolucionado a través del poder del cambio democrático, no del gobierno de una mafia izquierdista y globalista. Es nuestra responsabilidad enseñar la Historia tal cual ha sido a cada generación, y no reescribirla ni borrarla.
A medida que los republicanos están liderando el esfuerzo para sanar a nuestra nación de meses de turbulencia económica y cultural, los demócratas han aprovechado el momento de manera diferente. En lugar de trabajar para unificar a nuestra nación, la izquierda política elige dividirnos aún más.
El discurso del presidente Trump en Dakota del Sur fue una celebración apasionada de la libertad, la Historia americana, el patriotismo y la grandeza estadounidenses, una grandeza que se encarna en la sublime majestad de los jefes de Washington, Jefferson, Lincoln y Roosevelt esculpidos en el monumento nacional de Mount Rushmore. Trump brilló con este discurso inspirador y unificador para celebrar el 4 de Julio, apelando a los mejores valores estadounidenses. Ya se ha convertido en una gran lección de historia y patriotismo auténtico, en una reivindicación de los Padres Fundadores, los grandes héroes americanos y el legado cultural de nuestro país.
Trump alertó con razón una vez más en su discurso en Washington D.C. contra el nuevo fascismo de extrema izquierda, los medios que falsean la información: "No solo me difaman a mí o al pueblo estadounidense, sino también a generaciones de héroes que dieron sus vidas por EE. UU"; Trump ha culpado con razón a los medios de deshonrar el gran legado americano y la memoria de los héroes estadounidenses: "Cuanto más mentís (los medios de comunicación) y conspiráis, más credibilidad perdéis", y ha alertado de que la unidad nacional sólo será posible con medios abiertos y libres.
Trump señaló la responsabilidad directa de China en la pandemia del coronavirus, por la cual deberá rendir cuentas, y celebró el éxito de su gestión sanitaria y económica, que los medios cicateros le escamotean. El presidente llamó a combatir y derrotar el extremismo de izquierda que pretende imponer su dictadura y denunció a los medios que ponen etiquetas falsas de racistas y condenan a los patriotas. Y, de esta manera, canaliza un mensaje ganador de cara a las elecciones. Sólo su victoria garantiza la salvación de Estados Unidos de los antiamericanos izquierdistas que quieren borrar nuestra historia, cultura, bandera, himno... Trump es hoy más que nunca, esa gran esperanza contra el totalitarismo que abandera el Partido Demócrata.
Recordemos algunos fragmentos destacados de los discursos del presidente Trump para celebrar este importante 4 de julio:
"Nos reunimos esta noche para anunciar el día más importante en la historia de las naciones: el 4 de julio de 1776".
"Hace 244 años, 56 patriotas se reunieron en Filadelfia y firmaron la Declaración de Independencia. Ellos consagraron una verdad divina que cambió el mundo para siempre cuando dijeron: "¡Todos los hombres son creados iguales!"
"Quieren silenciarnos, pero no seremos silenciados. Declararemos la verdad en su totalidad, sin disculpas: declaramos que los Estados Unidos de América es la nación más justa y excepcional que jamás haya existido en la Tierra".
"Hay un nuevo fascismo de extrema izquierda que te exige fidelidad absoluta. Si no hablas su lenguaje, practicas sus rituales y sigues sus órdenes serás censurado, borrado, señalado, perseguido y castigado".
"Hoy, agradecemos a Dios por el regalo de la VIDA y la bendición de la LIBERTAD. ¡Honramos las LEYENDAS de nuestra historia, las GLORIAS de nuestra Fundación, los GIGANTES del pasado y los HÉROES de hoy que nos mantienen seguros, fuertes, orgullosos y LIBRES!"
"Este monumento nunca será profanado. Estos héroes nunca serán desfigurados. Su legado nunca, nunca será destruido. Sus logros nunca serán olvidados. Y el Monte Rushmore será para siempre como un tributo eterno a nuestros antepasados y a nuestra libertad".
"Conciudadanos, el destino de Estados Unidos está en nuestra mira. Los héroes de Estados Unidos están en nuestros corazones. El futuro de Estados Unidos está en nuestras manos. Y damas y caballeros, lo mejor está por venir".
"¡Nos mantenemos erguidos, orgullosos, y sólo nos arrodillamos ante Dios Todopoderoso!"
"Estados Unidos será todo lo que nuestros ciudadanos han esperado, y todo lo que temen nuestros enemigos"
"¡Creemos en la igualdad de oportunidades, la justicia y el trato igual para todos los estadounidenses!"
"Ningún movimiento que busque desmantelar estos preciados legados estadounidenses puede tener un amor por Estados Unidos en su corazón".
"Antes de que estas figuras fueran inmortalizadas en piedra, eran gigantes estadounidenses de carne y hueso, hombres valientes cuyas intrépidas acciones desataron el mayor salto de avance humano que el mundo haya conocido "
"A esta revolución cultural de izquierda nunca se le permitirá destruir nuestra forma de vida o quitarnos nuestra libertad"
"Nuestra nación está presenciando una campaña despiadada para borrar nuestra historia, difamar a nuestros héroes, borrar nuestros valores y adoctrinar a nuestros hijos. Las turbas enojadas están tratando de derribar las estatuas de nuestros fundadores, desfigurar nuestros monumentos más sagrados y desatar una ola de crímenes violentos en nuestras ciudades".
"En este maravilloso día, celebramos nuestra historia, nuestros héroes, nuestra herencia, nuestra gran bandera estadounidense y nuestra libertad". "¡Feliz 4 de julio para todos!"
"Cada vez que nuestro estilo de vida se ha visto amenazado, nuestros antepasados han respondido con la misma respuesta rotunda que los primeros patriotas que lucharon por la independencia". Somos estadounidenses y nunca retrocedemos, nunca nos rendimos y nunca nos rendimos".
"Para aquellos en los medios de comunicación, que etiquetan falsa y consistentemente a sus oponentes como racistas, que condenan a los ciudadanos patrióticos... Calumnian a generaciones de héroes que dieron sus vidas por Estados Unidos... personas mucho más valientes y con más principios que tú".
"Todos los estadounidenses que viven hoy día son herederos de este magnífico legado. Es por eso que rendimos homenaje a generaciones de héroes estadounidenses cuyos nombres han sido grabados en nuestros monumentos, en las páginas de la historia y en los corazones de la gente. Nunca permitiremos que una multitud enojada derribe nuestras estatuas, borre nuestra historia, adoctrine a nuestros hijos o pisotee nuestras libertades".
"Ahora estamos en el proceso de derrotar a la izquierda radical, los marxistas, los anarquistas, los agitadores, los saqueadores y las personas que en muchos casos no tienen ni idea de lo que están haciendo".
"Levantaremos a la próxima generación de patriotas estadounidenses. Escribiremos el próximo capítulo emocionante de la aventura estadounidense. Y enseñaremos a nuestros hijos a saber que viven en una tierra de leyendas, que nada puede detenerlos y que nadie puede detenerlos"
"Abraham Lincoln, el salvador de nuestra Unión, fue un abogado autodidacta que creció en una cabaña de troncos en la frontera estadounidense". El presidente que abolió la esclavitud para siempre, y cuya determinación de preservar nuestra nación finalmente le costó la vida.
"Juntos lucharemos por nuestro sueño americano y para defender, proteger y preservar el modo de vida americano que empezó en 1492, cuando Colón descubrió América".
Los mensajes del presidente Trump en los dos discursos de Mount Rushmore y Washington D.C. marcan un antes y un después en la actual carrera electoral. Trump se ha erguido de nuevo como el patriota que salvará a los Estados Unidos del socialismo para que prevalezcan las libertades y el modo de vida americano. Son mensajes ganadores y marcan una agenda clara que sintoniza con la mayoría de estadounidenses.