Revista Religión
Un día dosmonjes iban caminando por el campo. Iban camino a otro pueblo para ayudar atraer la cosecha.
Mientrascaminaban, espiaron a una mujer que estaba sentada en la orilla del río. Ellaestaba enojada porque no había un puente, y ella no podía cruzar al otro lado.
El primermonje ofreció amablemente,
- “Siquieres te podemos cargar hasta el otro lado del río”
- “Gracias”contestó ella, aceptando su ayuda. Así que los dos hombres juntaron sus manos,la levantaron entre los dos y la cargaron hasta el otro lado del río. Cuandollegaron al otro lado, la bajaron y ella siguió su camino.
Después deque los monjes caminaron otro tramo, el segundo monje empezó a quejarse.
- “Mira miropa,” dijo, “Esta toda sucia por haber cruzado a esa mujer por el río. Y miespalda todavía me duele por haberla cargado. Siento que se me estáacalambrando. ” El primer monje simplemente sonrió y asintió con su cabeza.
Un poco másadelante, el segundo monje se quejó otra vez,
- “Miespalda me duele tanto, y todo es porque tuvimos que cargar a esa loca mujerpara cruzar el río! No puedo seguir adelante por el dolor.” El primer monjemiró a su compañero, que ya estaba tirado en el suelo quejándose y le dijo
- “¿Te haspreguntado por qué yo no me estoy quejando?”
“Tu espaldate duele porque todavía estás cargando a la mujer. Pero yo ya la bajé variosmetros atrás.”
Así es comosomos muchos de nosotros cuando tratamos con nuestras familias. Somos como elsegundo monje que no lo puede dejar ir. Queremos hacerles saber el dolor quetodavía sentimos por algo que ellos hicieron en el pasado.
Cada vezque podemos se los tratamos de recordar.
– Dr.Anthony T. Evans, Guiando a tu familia en un mundo mal aconsejado.
Hay genteque lleva las cargas del pasado por años y sus vidas están cansadas de esepeso. Jesús vino a levantar la carga del pasado y hacer libres de todo peso. Nocargues más tu amargura y aligera el peso de tu alma.
1 Samuel1:10 Ella con amargura de alma oró aDios, y lloró abundantemente.
1 Samuel30:6 Y David se angustió mucho, porqueel pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura dealma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en suDios.
Renuevo dePlenitud