Los empleados de Gómez

El año pasado, justo antes de las primarias que dividieron al partido entre partidarios y detractores del Secretario General, Tomás Gómez, como candidato a la Comunidad, la dirección del PSM realizó unos «fichajes» no exentos de polémica: las hijas de dos históricos socialistas –un famoso ex alcalde y actual diputado regional y un destacado dirigente socialista de un municipio del sureste de Madrid– comenzaron a trabajar en el partido como personal de administración, informaron fuentes del partido. Junto a ellas, familiares de miembros de las ejecutivas del PSOE en Parla y Chinchón (en las que se votó mayoritariamente la candidatura de Gómez) también se añadieron a la lista de incorporaciones. Uno de ellos, en concreto, como conductor.
Además, las citadas fuentes denunciaron «ascensos a dedo», que en algunos casos podrían suponer un incremento de sueldo de 600 euros, a personas cercanas a miembros de la actual Ejecutiva regional. Ninguna de estas personas, según ha podido saber este periódico, están incluidas en la lista de despidos que ha preparado el PSM para este verano.

El candidato de la gente común hace cosas verdaderamente comunes, como favorecer a sus amigos, algo absolutamente natural en la especie humana, pero bastante mal visto en los mentideros políticos. La mujer del César, esa que tenía que ser buena además de parecerlo, no hace pareja con Gómez, más dedicado a la intriga en el seno de su formación y a ofrecer una imagen próxima, que a interesarse en las propuestas para el bienestar de la ciudadanía que aspira a representar. Gómez revolucionó el partido socialista madrileño, cortó cabeza, hizo una inversión económica nada desdeñable y consiguió establecer un record como el peor resultado obtenido por su formación en la historia de nuestra joven democracia. Lo normal hubiese sido dimitir y dejar paso a otra alternativa que mejorase los pobres resultados obtenidos, lo que no habría de resultar difícil, pero en vez de eso, siguió persiguiendo al Sr. Castro hasta decapitarle y sostuvo en el puesto de trabajo digital, o sea, dado a dedo, a sus amigos. La regeneración es difícil de esta guisa. Camps, tardó, pero dio ejemplo. Rubalcaba y Gómez deberían tomar nota.