Revista Opinión
Legisladores estadounidenses del llamado grupo anticubano abogaron por mantener el bloqueo contra Cuba, a cinco décadas de decretarse una medida criticada por la inmensa mayoría de la comunidad internacional.
En un comunicado conjunto, los congresistas republicanos Ileana Ros- Lehtinen, David Rivera y Mario Díaz Balart, y el demócrata Albio Sires insistieron en el mantenimiento de la política encaminada a dificultar la vida de los cubanos y tratar de desmontar el sistema político del país.
Díaz Balart arremetió contra el presidente Barack Obama y lo acusó de ofrecer "concesiones unilaterales" a Cuba al tiempo que llamó a aplicar nuevas sanciones contra la Isla para privar al gobierno cubano de apoyo financiero.
Los congresistas anticubanos defienden el endurecimiento de la postura de Estados Unidos e incentivan regulaciones para reforzar el cerco contra La Habana y frenar el desarrollo económico de la nación caribeña.
El grupo se opone a la eliminación decidida por Obama de restricciones adoptadas durante la administración de George W. Bush, como permitir sólo un viaje a su país de origen cada tres años para los cubanos residentes en Estados Unidos y un límite de 100 dólares mensuales por concepto de remesas.
Dichas disposiciones, aprobadas hace doce meses, permiten algunos viajes académicos, religiosos, culturales o deportivos pero sometidos a regulaciones específicas que, de hecho, dejan intacta la prohibición a los estadounidenses de viajar libremente a Cuba
Las autoridades cubanas estiman que esos cambios resultan insuficientes y extremadamente limitados, pues no alteran la compleja estructura de leyes, regulaciones y cláusulas que conforman la política de bloqueo contra Cuba.
A pesar de los crecientes reclamos de más de 185 naciones la comunidad internacional expresada en votaciones sucesivas en Naciones Unidas durante los últimos 20 años, el gobierno norteamericano mantiene esa política.
El daño económico directo ocasionado al pueblo de Cuba hasta diciembre de 2010, a precios corrientes, asciende a una cifra que supera los 104 mil millones de dólares. Si se toma en consideración la depreciación del dólar, la afectación sería superior a 975 mil millones de dólares.
Numerosas voces en Estados Unidos abogan por un cambio de la política de la Casa Blanca, lo cual tendría un impacto beneficioso en la sociedad cubana y estadounidense, indicó recientemente el Centro para la Democracia en las Américas.
Esa organización promueve desechar el actual enfoque de inducir un desmontaje del sistema político y sustituirlo por uno que contemple nuevas políticas hacia la normalización y reconocimiento del gobierno cubano, señala el grupo en su página en Internet. [PL]
Grafito y Tinta, Daniel Pontet