
Según explica Fabrice Lome, máximo responsable de la Federación Internacional en el área de motores, los primeros resultados de las pruebas han sido "muy buenos", aunque matiza que las mejoras al funcionamiento actual de los sistemas híbridos no crearán un sonido "ni cien por cien natural, ni tampoco artificial". Se espera, por tanto, que el mayor avance se produzca en la "intensidad y calidad" del ruido a pie de pista, más que buscar los niveles registrados en épocas anteriores.
La Fórmula 1 ya trató de compensar los pocos decibelios de los V6 Turbo con la implantación de un escape en forma de trompeta en la temporada 2014, si bien el resultado estético y práctico no fue suficientemente alentador. El hecho de que los motores híbridos transformen los gases procedentes del escape en forma de energía en las rectas no ayuda a idear soluciones prácticas al respecto, pero en la FIA esperan que su nuevo apéndice sea más efectivo para romper con las críticas hacia la reglamentación actual.