Nunca apostar había sido tan fácil como ahora. Cientos de páginas web, y no es una forma de hablar, ofrecen esta posibilidad. Usted puede poner poco o mucho dinero a lo que quiera: cualquier deporte y en cualquier país. Acertar un marcador exacto, el ganador del próximo mundial, no ya de fútbol, sino de deportes que no sabe ni que existen, qué caballo ganará una carrera en un exótico país árabe o que saltador de esquí se alzará con la victoria en una prueba de saltos en Austria.
Si bien es cierto que con poco dinero, 10 euros, puede ganar 2.500 euros si acierta el resultado exacto de un partido de la segunda división de fútbol chilena, como con todo que pasa en internet estamos en un momento de exageración. Google responde con 36 millones de resultados al poner “casinos online”, y 14 millones al buscar “apuestas online”. En 2012 los españoles nos gastamos algo más de 5.000 millones de euros en este “vicio”, según el informe del mercado de juego online de la dirección general de Ordenación del Juego. Terminaremos este año superando los 5.500 millones de euros, con perspectivas de crecimiento en los años venideros. ás los enfrentamientos contra los malos (los "Deadly Six") son tan simples como los de un plataformas de Megadrive pero con la dificultad de un Call of Duty en nivel medio. Tengo la impresión de que se ha puesto mucho mas interes en dotar a Sonic de un nuevo estilo de juego que de acabar de pulir el mundo en el que desarrollarlo, para mi esto se nota especialmente en elementos como las fases de bonus en el mapa, aburridas, sin gracia y de control regulero.
¿Esto quiere decir que el juego sea malo? rotundamente no. Sonic Lost World es un juego muy dinámico y divertido, de los de enchufar el juego y ponerte a disfrutar desde el principio. Ahora bien, está lejos de los niveles de genialidad de otros títulos. Sonic Lost World no es tan bueno como Sonic Colors, no es tan bueno como New Super Mario Bros U y, desde luego, no le llega a Mario Galaxy ni a la cintura... pero podría haberlo sido. Y podría haberlo sido por que las bases del juego son muy buenas y la ejecución del nuevo estilo del personaje también (como el propio juego te demuestra en los niveles que de verdad si están muy inspirados), si hubieran encontrado el equilibrio con el diseño de los niveles estariamos hablando de otra cosa. El Sonic Team decidió hacer algo nuevo y diferente en la franquicia y, quizás, este proyecto deberían haberlo realizado en un segundo plano hasta encontrar la fórmula perfecta en la que explotar sus nuevas ideas. Pero las bases para hacer algo muy grande están latentes en el código de este título y, desgraciadamente, seguro que se quedan en nada por culpa de una crítica voraz y sesgada que creo que obedece mas a corrientes de pensamiento que a verdades contrastables.
Por cierto, el juego cuenta con un multijugador que recuerda al de Sonic 2 o 3, vamos echar carreras en los escenarios del juego con un colega. Si os digo la verdad no le he hecho mucho caso pero seguro que a mas de uno le hace su gracia. También tendremos "time attacks" y otras modalidades con las que sacar jugo al juego una vez terminada la aventura, lo cierto es que entre esto y conseguir todos los anillos rojos el juego es bastante rejugable (aunque no es muy largo que digamos). Lo que no me mola demasiado es, otra vez, la integración con Miiverse, puedes intercambiar objetos con otros jugadores pero no es algo que aporte realmente nada, solo está ahí, sin molestar mucho pero sin dar un valor añadido al juego. Miiverse mola para usarlo como a uno le de la gana, para comentar el juego con otros usuarios y subir capturas chulas, pero forzarlo "in game" me parece un error importante. Espero que no sea una imposición de Nintendo por que al final mucha gente cogerá tirria al sistema por su culpa.
Cambiando de tercio... el juego se mueve en unos valores artísticos nada desdeñables. El elvoltorio que ha dotado el Sonic Team a su nuevo juego demuestra que se lo tomaron muy en serio, mas allá de sus propias limitaciones. No es que sea un prodígio técnico, que no lo es, pero el juego es simplemente precioso (a no ser que seas un fan de las texturas marrones y grises). El colorido y el diseño de todos los elementos que te rodean hace que recorrer los extraños mundos de este título sea una auténtica gozada... paneles de una colmena, un mundo de caramelo, preciosas praderas verdes, el típico mundo helado... A nivel visual creo que es de los mejores juegos lanzados para Wii U hasta el momento, ya os digo que no por lo que explote la máquina de Nintendo, si no por el buen gusto con el que lo han realizado y la fluidez con la que se mueven todos los elementos que pueblan la pantalla. Siempre he defendido que un buen apartado visual tiene poco que ver con lo avanzado tecnológicamente que sea un juego (aunque se pueda apoyar en ello claro) y con este título se puede hacer bandera de ello. Desgraciadamente los numerosos videos con los que se nos narra la historia del juego están a una inexplicable baja resolución, en el Gamepad los veremos genial pero en la televisión se nota demasiado.
Una de las peculiaridades de las apuestas online es que ha trasvasado una actividad muy regulada, circunscrita a casinos, casas de apuestas y pocos sitios más, y siempre para mayores de edad, a dispositivos móviles usados en cualquier lugar y por personas que no necesariamente sean mayores de edad, sin que eso menoscabe que se use en ordenadores y tabletas.
Una nueva ruptura de las normas clásicas del sistema. Mientras siguen las normas clásicas, internet ha roto las mismas de forma brutal y ha revolucionado el sector, que siendo el mismo en esencia, ha cambiado en las formas, usuarios y acceso al mismo. Una vuelta al calcetín como en todos los sectores de actividad económica. La pregunta no es si van a pervivir los casinos tradicionales, como el Casino de Madrid por ejemplo, sino cuánto va a poder convivir este modelo analógico con esta revolución del juego online. ¿Un joven de 15 años irá a jugar allí cuando ha crecido delante de una pantalla? ¿Pagará 20 euros por una copa para además apostar? Lo dudo mucho.
En el ascenso del juego online ha tenido gran incidencia los programas de televisión nocturnos dedicados a juegos de póker, ruleta rusa y otros entretenimientos habituales de los casinos, más el complemento de páginas web, un componente letal para que el consumo del juego online se haya disparado en España. Solamente estos programas de televisión, y las webs que dan soporte a ellos, mueven unos 1.300 millones de euros anuales, según informe del mercado de juego on line en España del tercer trimestre del 2013.
Otra característica es que, a diferencia de la mayor parte de la vida social actual, el juego online se realiza de una forma privada, íntima, no se comparte en las redes sociales. No encontrarán en Facebook o Twitter un comentario sobre la actividad de un usuario en este campo, salvo que haya ganado mucho dinero. Pese a que ahora todo lo contamos, el gastar dinero en apuestas todavía tiene un estigma social, y eso se constata por su ausencia en los medios sociales
Ante tanta oferta el usuario tiene que enfrentarse a varios problemas. La mayor parte de estas webs están alojadas en paraísos fiscales, y si están domiciliadas Europa residen en Irlanda, Malta o Luxemburgo, lo cual es legal, pero de cara a reclamaciones o problemas supone un serio hándicap.
Como en todos los negocios, las principales webs de apuestas son seguras y se pueden usar con garantía, no engañan a la gente, aunque hay que leer lo que aceptamos al darnos de alta. Pero en este sector del juego especialmente, hay páginas fraudulentas que se dedican a estafar a la gente, normalmente cantidades no muy altas pero sí respetables para un mortal, entre 500 y 2.000 euros de media, y que difilmente se puede recuperar. Unas veces porque el pago se ha hecho a cuentas en paraísos fiscales cuando efectuó con la Visa, otras, como explica la policía en sus informes, por la vergüenza de los estafados en denunciar la situación vivida.
Así pues, hay que estar muy atento a las medidas básicas de seguridad de toda web: el inicio del navegador debe pasar de http a https (añadir una “s”), lo que indica que es una web que cumple los protocolos de seguridad, y debe de aparecer un candado en el navegador.