George Gascón y Pamela Price, dos de los últimos 'chicos' del magnate húngaro en perder su puesto por sus políticas blandas con el crimen y la explosión de delitos en su jurisdicción.
Por Israel DuroEl magnate de izquierda radical George Soros consiguió un éxito importante al lograrque varios individuos de corte progresista consiguieran acceder a puestos importantes como fiscales con la inestimable ayuda de su dinero. Su legado de mano blanda con el crimen o de persecución política de rivales ideológicos ha colmado la paciencia de los ciudadanos, que en las elecciones del pasado martes dijeron basta: George Gascón uno de los más radicales, cayó en Los Ángeles, al igual que Pamela Price, destituida en el Condado de Alameda por votación popular.
Las políticas de ambos consiguieron que los votantes de ambos partidos clamaran por su salida. En el caso de Price, la primera fiscal en ser destituida en la historia de Alameda, l a moción para su despido, tras apenas dos de los seis años de su mandato, fue respaldada por dos de cada tres personas que depositaron su voto en las urnas. Gascón, por su parte, perdió ante un candidato defensor de la mano dura contra el crimen.
Son los últimos nombres, pero no los primeros. Durante la última legislatura, varios fueron destuidos por sus penosos registros en la lucha contra el crimen. Por ejemplo, Monique Worrell en Orlando, que recibió 1,8 millones del magnate húngaro-estadounidense y a quien R on DeSantis consiguió echar acusándola de "dejación de deberes" con el crimen. La Corte Suprema de Florida ratificó la decisión del gobernador contra la fiscal por facilitar que "asesinos, otros delincuentes violentos y narcotraficantes peligrosos reciban s entencias extremadamente reducidas y escapen de todas las consecuencias de su conducta criminal".
Antes, la "fiscal de Soros" en Massachussetts, Rachael Rollins, presentó su dimisión tras ser acusada por el propio Departamento de Justicia de "conducta partidista" y "malas prácticas". Un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) acusaba a Rollins de participar en actos del Partido Demócrata, abuso de poder, ignorar la política de regalos y viajes del DOJ y, especialmente, de filtrar información interna del DOJ a periodistas para favorecer al candidato que ella respaldaba como fiscal de distrito de Boston.
Los tres últimos años, críticos para los fiscales de Soros
También se vio obligada a dejar su puesto Kim Gardner, una de las primeras fiscales en recibir el apoyo financiero de Soros. La fiscal de Circuito de San Luis renunció a su puesto con un comunicado en el que acusaba a "forasteros" de reclamar su cese. Estos forasteros eran políticos del Partido Republicano y del Demócrata, que le exigían información sobre la manera en que llevaba "su reino". Su adiós, de hecho, se produjo después de que el fiscal general de Missouri, Andrew Bailey, anunciase que había iniciado un proceso de destitución contra ella por "negligencia en sus deberes".
La Cámara de Representantes de Pensilvania impugnó al fiscal de Filadelfia, Larry Krasner, en 2022. A pesar de perder la votación, Krasner consiguió mantenerse en el puesto alargando el caso con recursos hasta que en septiembre de 2024, casi en vísperas de las elecciones, al concluir el Tribunal Supremo estatal que los artículos de un impeachment "quedan sin efecto" al concluir la legislatura. El Partido Republicano controlaba entonces la Cámara, pero en el momento de la sentencia la mayoría era demócrata.
En el ojo del huracán
En realidad, la mayoría de los fiscales de Soros están en el ojo del huracán por sus políticas de mano blanda con el crimen o por su tratamiento de los rivales políticos. No es casual que las localidades con un mayor índice de delincuencia estén en manos de uno de estos fiscales, ni se puede olvidar que Alvin Bragg, el fiscal de Manhattan que consiguió que Trump fuera condenado, es otro de los muchachos del magnate húngaro.