Los estrenos que vienen [18 NOV]

Muchas veces hemos menospreciado el cine palomitero, por regla general en detrimento de otro tipo de películas de mayor enfoque, de más calado. Esta semana nos comemos nuestras palabras. Se estrena  la última del polimorfo Roman Polanski, un ejemplo claro de cine con mayúsculas. Pero también se estrena ‘Asesinos de élite’, un proyecto de acción y fuerza bruta, pero que por extraño que parezca, no vamos a desmerecer.

La primera película de Gary McKendry, nos ofrece un salto cuantitativo y cualitativo en lo que a películas de acción se refiere, si la comparamos con las últimas estrenadas en los últimos meses (en el último año, tal vez). Un cuidado guión basado en una historia real con bastante intriga y poso de thriller de espionaje, dan cobertura argumental a los mamporros y las explosiones, de toda índole y mayor o menor acierto en la estructura del film. Sin duda, Jason Statham, uno de los pocos héroes de acción a los que respetamos. Su cine, sin ser de nuestro total agrado, es como su aspecto físico: áspero, duro, impactante. Como la potencia de sus puñetazos y la espectacularidad de una película de Luc Besson. Ese lenguaje fílmico impregna todas sus películas y aunque parezca mentira, consigue que sus títulos sobresalgan (aunque sea ligeramente) sobre el resto de rodajes del género. A esta película además le mejora el aspecto definitivo dos ingredientes. La historia hinca los dientes en la iconografía clásica del cine de espías, pero con más intenciones críticas que visuales. El segundo aliciente es sin duda los otros actores que acompañan a Statham en el reparto. Clive Owen, del que no podemos decir nada más que cosas buenas y Robert de Niro, que a fuerza de esmero está consiguiendo mantener en la vejez una mejor nómina de trabajos que su competidor natural, Al Pacino. Por lo menos no da tanta grima, los jardines en los que se mete, y eso ya es bastante.

La semana nos depara estrenos de menor calado y personalmente, de escaso interés, según como se mire. ‘Carne cruda’ tal vez tenga un pase, si hacemos caso a las críticas calenturientas que se arrojaron tras su presentación en Sitges. Poco más, salvo un aceptable homenaje al cine gore y casquería de nuestra filmografía de serie B.

‘Duns Scoto’ es una opción difícil, anclada en la temática católica de exaltación religiosa de un monje franciscano pionero en la explicación dogmática de la Inmaculada Concepción. La continuación de la saga Crepúsculo, con su entrega ‘Amanecer’, no parece venir a mejorar eso. Para amantes de la literatura teen-vampyr.

Antes de entrar en nuestra recomendación de la semana, una mención importante para ‘Medianeras’. Un largo que antes fue un corto, en las manos de su director Gustavo Taretto y que ahora recupera, seis años después, la historia del casi mediometraje que le dio la fama. Una historia íntima, de una sensibilidad acertada y contundente, como la crítica social que emana, por la que se desdibuja la necesidad del ser humano por encontrarse con otras personas, por huir de la soledad. Un tema manido que no siempre es tratado con la sobriedad adecuada para no caer en pastiches sentimentaloides. Taretto lo conseguía en su primer trabajo y lo consigue ahora convirtiéndola en largometraje.

Pero esta semana nos quedamos con ‘Un dios salvaje’ de Polanski, ese adusto e intrincado director todo terreno que nos propone un cáustico combate a cuatro bandas, entre dos matrimonios que se reúnen para arreglar los enfrentamientos escolares de sus hijos y acaban tirándose los trastos a la cabeza. Entre las parejas enfrentadas y entre los propios matrimonios, maridos y mujeres representados por la viperina mordacidad de este director siempre llamativo, siempre impactante. Sirva además para reencontrarse en la pantalla con ese actorazo que es Christoph Waltz. Además, su estupendo guión se desarrolla a través de la obra de teatro homónima de Yasmina Reza.