Este increíble paisaje se encuentra cerca de Kalambaka, en la desembocadura del río Peneo, sobre la bella planicie de Tesalia, a unos trescientos metros de altura sobre el nivel de dicha planicie. Para ponernos en antecedentes, allá por el siglo XI los primeros eremitas comenzaron a habitar en cuevas y celdas de la zona debido a que la orografía del lugar facilitaba la vida ascética, que consistía en retraerse lejos de la colectividad para ocupar lugares desérticos.
Ya en el siglo XIV el prelado San Athanassios, funda el primer monasterio sobre las rocas, llamado “Platylithos” y bautiza a la roca con el nombre de meteora. Así pues, reúne a 14 monjes de las rocas circundantes, organiza una cofradía y crea las primeras bases de la vida monacal en comunidad.En su época más dorada, el lugar llegó a tener veinticuatro templos. Hoy en día se mantienen en pie 6, cuatro destinados a hombres y dos a mujeres: el monasterio de la Transfiguración de Cristo, San Varlaam, el de San Nikolas Anapafsas, el de Roussanos, el de la Santa Trinidad, el de San Esteban y el de Varlaam.
La disposición de los monasterios impedía que la ascensión a los mismos fuese facil, así pues los propios monjes idearon un sistema que consistía en unas redes donde se montaban y eran tiradas por ellos mismos a través de cuerdas como se aprecia en la fotografía:
Por su peculiar belleza y grandiosa arquitectura, Meteora fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1988.
Vía Viajeros.com
Para saber más:
- Grecotour: Monasterios de Meteora.
- Las Meteoras. Theocharis M. Provatakis. Michalis Toubis S.A. Atenas, 1983.