"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados." Groucho Rajoy
Los que han reaccionado a tiempo ya se han ido, esos que tienen una carrera universitaria, idiomas, un master o cualquier otro valor añadido que aquí no sabemos valorar; se han marchado junto a otros valientes y junto a quienes han podido hacerlo. Todos esos ya no tienen que mirar de frente a la nueva pobreza que nos está envolviendo, y la nueva pobreza es esta: la de una clase media que por diversos
motivos se ha visto abocada a la marginación.
Hay instituciones que ayudan a algunos marginados, y en esas instituciones siguen siendo habituales los marginados
crónicos y la novedad no son ellos. La novedad es
la gente que nunca pensó que tendría que llamar a sus puertas. Muchos hombres solos, pero también familias enteras, en definitiva, seres humanos que ahora van a la deriva, al igual que mañana puede ir a la deriva la vida de uno
cualquiera de nosotros, usted, yo... Un tanto por ciento muy elevado de
la gente que ha perdido el trabajo y no volverá a trabajar nunca, y que ahora son
los desechos humanos de este sistema.
Gente al pairo que, eso es lo más dramático, arrastrará
inexorablemente a sus hijos a la marginación económica y cultural. Los
niños víctimas de la crisis de hoy van a ser los pobres del mañana. El poder, en sus
variadas formas, no presta atención a ese aviso. El poder vive de lo
inmediato y ha perdido -si es que alguna vez la ha tenido- la más mínima sensibilidad social.
La nueva pobreza tendrá el rostro de lo que fue clase media. De gente
que hasta hace poco vivió confiada e incluso creyendo que podía ser
feliz. Como bien dijera Bauman, estos que hoy ostentan el poder nos dejan una única certeza: La incertidumbre.