Los problemas de salud del mundo de hoy en día son bien conocidos, la obesidad, los trastornos mentales, los problemas cardíacos, la hipertensión, la diabetes y las enfermedades neurodegenerativas, etc. todas ellas muy relacionadas con el estilo de vida.
La novedad es que ya existen datos científicos que aseguran que la salud se ve influida por nuestros hábitos y el entorno más de lo que pensábamos, que además, podemos influir sobre nuestros genes y mejorar o empeorar desde que nos gestamos en el vientre materno. Que los genes no son inmutables y pueden modificarse a lo largo de la vida debido a factores ambientales, de nutrición, etc.
La dieta, el estrés, la exposición a agentes químicos o al humo del tabaco y otras sustancias ... producen cambios en el entorno de algunos genes haciendo que modifiquen su comportamiento. Esta ciencia se llama epigenética y estudia los cambios en los fenotipos (rasgos observables de una persona), no en el genotipo (conjunto de genes de la persona).
Los nutrientes actúan como una especie de acelerador, y hacen que un gen se exprese o no, así como la actitud más o menos cariñosa de la madre, influye en los rasgos del carácter del hijo.
Entonces ¿somos un producto de la herencia evolutiva o del entorno que nos rodea?
Somos nuestros genes en combinación con el entorno que nos toque o el que nos dejen o el que produzcamos. Somos el producto de nuestros genes modelados por el entorno... o sea que seamos conscientes de lo que nos rodea e introducimos en nuestro cuerpo, a fin de cuentas "el es el único lugar que tenemos para vivir".