¿Híbridos de extraterrestres?
Esta especie de homínidos de quienes se hace referencia en multitud de crónicas y leyendas Griegas, Nórdicas, Germánicas, Hindúes, Indoeuropeas, Mayas, Aztecas, Toltecas e Incas, se les menciona al igual en textos sagrados como en la Biblia. La figura del gigante se presenta en casi todas las culturas.
¿Será que la palabra Goliat, no sea un nombre de un individuo, sino la denominación en otro idioma de la palabra Gigante?
Existen evidencias contundentes descubiertas por arqueólogos de todo el mundo sobre la verdadera existencia de esta especie de gran tamaño, con la que nuestros ancestros compartieron el planeta, sin embargo, desconocemos el porque se oculta celosamente toda esta evidencia y se desmiente cuando se les cuestiona sobre tales hallazgos, como si el reconocer su existencia trajera consigo terribles consecuencias en nuestra actual sociedad, cambios tal vez que cimbraran las bases de nuestra ciencia y religiones.
En la Biblia se hace referencia a un sinnúmero de eventos sumamente interesantes, donde se involucran la presencia de los gigantes. En el libro de Números, los exploradores enviados por Moisés para hacer un reconocimiento de la tierra de Canán, llegan a Hebrón y descubren que los descendientes de Anak, viven en la región, informando a su líder, que la región explorada que les fue asignada estaba ocupada por gigantes.
En el pasado, algunos núcleos de la población humana fueron escogidos para ser contactados por civilizaciones procedentes de diversos confines del universo, es el caso de los antiguos escritos de las culturas Sumeria y Hebrea.
Algunas civilizaciones extraterrestres visitantes comenzaron a experimentar genéticamente con ciertos individuos seleccionados, en base, a las características requeridas, de aquí inician las primeras abducciones y cuyos resultados no fueron satisfactorios.
Génesis 6, versículo 1 y 2, podemos leer:
Cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios, que las hijas de los hombres eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron.
En el Génesis 6:
Por entonces y también en épocas posteriores, cuando los hijos de Dios cohabitaban con las hijas de los hombres y éstas tuvieron hijos, aparecieron en la Tierra los gigantes. Estos son los esforzados varones de los tiempos primeros, los héroes famosos.
Un libro apócrifo
Según el arqueólogo y escritor Zecharian Sitchin, NEFILIM significa literalmente:
Aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra.
Los traductores de la Biblia supusieron que NEFILIM significaba gigantes, porque en otras partes se menciona que éstos eran también conocidos como ANAKIM, a la vez que en el cuento sobre el gigante GOLIAT se afirma que él era de descendiente ANAK; de aquí la conclusión: si ANAK era un gigante, entonces los NEFILIM, que también eran ANAKIM, deberán ser gigantes.
Un pasaje encontrado en libro apócrifo de Enoch nos habla de la unión de los celestes, con las hijas de los hombres o sea los Ángeles o NEFILIM:
Y los mensajeros, hijos de los cielos, se dijeron entre ellos: Vamos, escojamos mujeres entre los hijos de los hombres y engendremos hijos.
De acuerdo a Enoch de esta unión: Concibieron y pusieron en el mundo grandes gigantes.
Dicho relato también es confirmado en el libro del Génesis de La Sagrada Biblia, así como muchos otros relatos de otros pueblos de la Tierra, inclusive leyendas de los nativos norteamericanos, todo indica que existió una raza de gigantes que emergió de una manipulación genética con seres humanos o prehomínidos, con seres del cosmos o como se ha manejado entre Ángeles y mujeres. De acuerdo a Enoch, estos gigantes eran la prole de los falsos creadores espaciales, Goliat una de estas creaciones grotescas había nacido de los Refaim o los gigantes nacidos en Gat, tenían parecido físico con el humano pero carentes de capacidad espiritual.
Otros pasajes referentes a esto fueron:
Así, pues, cuando los hijos de los hombres se hubieron multiplicado y les nacieron en esos días hijas hermosas y bonitas y los Ángeles, hijos de los cielos, las vieron y las desearon, y se dijeron entre ellos: Vamos, escojamos mujeres entre los hijos de los hombres y engendremos hijos.
Entonces todos juntos juraron y se comprometieron acerca de eso, los unos hacia los otros con un anatema.
Así pues todos ellos eran doscientos y descendieron sobre Ardis, la cima del monte Hermón; y lo llamaron monte Hermón porque es sobre él donde habían jurado y se habían comprometido los unos con los otros con un anatema.
Y he aquí los nombre de sus jefes: Semyaza, su príncipe, Arakib, Aramiel, Kokabien, Tamiel, Raniel, Daniel, Ezequiel, Baraquiel, Asael, Amaros, Batariel, Anamiel, Zaquile, Samasapeel, Satariel, Toriel, Yomeyal, Arazeyal.
Estos y todos los otros con ellos tomaron mujeres; cada uno escogió una y comenzaron a ir hacia ellas, y a tener comercio con ellas, y les enseñaron los encantos y los encantamientos, y les enseñaron el arte de cortar las raíces y las ciencia de los árboles.
Así, pues, éstas concibieron y pusieron en el mundo grandes gigantes, cuya altura era de tres mil codos.
Ellos devoraron todo el fruto del trabajo de los hombres, hasta que éstos ya no pudieron alimentarlos más.
Entonces los gigantes se volvieron contra los hombres para devorarlos.
Y empezaron a pecar contra los pájaros y contra las bestias, los reptiles y los peces; después ellos se devoraron la carne entre ellos y se bebieron la sangre.
Entonces la tierra castigó a los violentos.
Estos gigantes tenían seis dedos en cada una de sus extremidades. La Biblia hace mención de esto en Sam. 21, 20 y Paralipómenos 20,6:
Hubo una batalla más en Gat, en la que se halló un hombre de alta talla que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, veinticuatro en todo, que descendía también de Rafa.
Pilinio nos cuenta en sus crónicas, que habitaban en Adalucía un grupo de gentes de colosales dimensiones dedicadas a la depredación y piratería y era tal su tamaño, que en ocasiones uno sólo de ellos podía hacer zozobrar laguna pequeña embarcación con la única fuerza e su peso.
Se cuenta que hace miles de años llegaron a la isla de Menorca después de un diluvio, un grupo de gigantes Caldeos, que construyeron un buen número de monumentos (Los megalíticos actuales).
En el México antiguo, dominó la cosmología de los cinco mundos Soles Cosmológicos donde se refiere a los enormes homínidos, dicha cosmología no fue ideada por los Aztecas, sino realmente nació en Teotihuacán (En la lengua de los Toltecas y Aztecas significa: El lugar donde vivían los antiguos o bien: El sitio de los Dioses). El primer Sol nació en el año 955 AC., y recibió el nombre de Naoi Ocelotl (4 Jaguar) y tuvo una duración de 676 años, su elemento dominante era la tierra y su Dios supremo era Tezcatipoca, según relata la leyenda, el mundo estaba poblado por GIGANTES, que fueron devorados en su totalidad por jaguares.
Decía el cronista mexicano Fernando de Alba Ixtlilxochitl, que los primeros pobladores de México habían sido unos Gigantes que les llamaron Quinametzin, dicho nombre que otorgado por los toltecas y posteriormente lo tomaron los Aztecas, se decía que ese grupo de gigantes que fueron destruidos por el cielo a través de un diluvio como justo castigo por su iniquidad, sabían de agricultura, metalurgia, artes, orfebrería, etc.,
levantaron enormes templos de piedra y conocían de la creación del mundo. Analizando la majestuosidad de la ciudad de Teotihuacan, los edificios sólo pudieron haberse construidos por la raza de gigantes Quinametzin y como prueba científica de su existencia, son sus huesos. En cambio en el norte del país habitaron un grupo de gigantes que sólo comían piñones, como los grupos indígenas de la región y no realizaban actividades como los gigantes del centro de México.
Francisco Javier Clavijero estudioso del siglo XVIII, estaban convencidos de que los primeros ocupantes de México habían sido seres de estatura superior a lo normal, los humanos después llegados les llamaron Quinametzin Hueytlacame, que significaba enormes hombres deformes ó gigantes monstruosos, dando una coexistencia pacífica con ellos.
Un evidencia arqueológica de los AtlAntes, son las esculturas majestuosas que se encuentran en la ciudad Tolteca de Tula, en el estado de Hidalgo, México, estos enigmáticos gigantes poseen detalles curiosos que han hecho pensar a los ufólogos, que son representaciones de visitantes del espacio; las esculturas muestran una serie de instrumentos que son claramente producto de una tecnología muy avanzada. Tal es el caso de una especie de pistolas de rayos que están sostenidas en las manos, mientras que en le pecho cada Atlante porta un escudo magnético protector. La cabeza está coronada por un extraño casco espacial de forma semicuadrada. Estos seres eran compañeros y guardias de Quetzalcóatl, durante su misión en la Tierra y en particular con los Toltecas, a quienes enseñaron gran cantidad de conocimientos astronómicos y científicos, ellos permanecieron durante muchos años hasta su muerte, en memoria de ellos se les construyeron esas cuatro esculturas para que las generaciones futuras no los olvidaran. El tamaño de cada Atlante es de casi cuatro metros de alto, representa la estatura real de aquellos extraterrestres, quienes pudieron haber sido los NEFILIMS o Ángeles caídos, que se cruzaron con las hijas de los hombres y procrearon los gigantes.
Los gigantes en México y Tiahuanaco
Campesino Gigante | Algunas tribus como la Olmeca y la Tolteca, quienes ahuyentaron a los gigantes hacia el norte y otros hacia el sur, siguiendo la costa del Pacífico hasta Centroamárica. Gracias a los testimonios recabados por los padres evangelizadores de los indígenas, se ha preservado hasta nuestros días estas crónicas:
Tiahuanaco fue construida en una sola noche después de la crecida por gigantes desconocidos. Pero se olvidaron de una profecía de la venida del Sol y fueron aniquilados por sus rayos, y estos lugares fueron reducidos a cenizas.
Tiahuanaco
Tiahuanaco está enclavada a 4,000 Mts. de altitud sobre el nivel del mar, en el alucinante altiplano Peruano Boliviano, a orillas del Titicaca. Poblada por los pueblos Incas alrededor del siglo II de nuestra era. Los Incas hablaban de los habitantes originales de la ciudad y de su fundador, Kon Tiki, más tarde llamado Viracocha, fue un hombre Dios blanco y barbado al que se le ha relacionado estrechamente con el Quetzalcóatl de México.
Según relatan los que han visitado Tiahunaco, se experimenta la sensación de estar en otro mundo: Un mundo de gigantes. Los enormes bloques de piedra finamente ajustados, el monumento llamado la puerta del sol a la entrada de la ciudad es un arco tallado de una sola piedra y mide tres por cuatro metros y tiene una serie de grabados que representan un calendario ritual de 260 días, correspondientes al año Solar Venusino.
Dice una antigua leyenda, que en la noche de los tiempos, llegó a este mundo, una mujer celeste a sembrar la raíz de una nueva raza de hombres de origen Divino. Esta mujer fue llamada por sus descendientes Orejona, por sus largas orejas; se dice también que esta mujer tenía sólo cuatro dedos en cada mano y que una vez terminada su labor se marchó para siempre en su carro celeste. Los hijos de este ser se multiplicaron y poblaron la zona, en donde nació más tarde otra leyenda que hable de un hombre Dios llamado Kon Tiki, que arribó del mar para enseñar a los nativos la ciencia de la astronomía, matemáticas y técnica para poder construir tan colosales ciudades como Tiahuanaco. Al igual que Orejona, cuando Kon Tiki, se marchó hacia el mar por donde había venido.
Otras evidencias
Así como en Tiahuanaco, en otras ciudades del valle sagrado de los Incas, como Cusco, Machu Picchu y la fortaleza de Sacsayhuman, incontables moles pétreas, muchas de más de 350 toneladas y algunas de mayores a 6 mts. de altura, han sido trabajadas por una cultura que no conocía el hierro ni el acero. Sacsayhuman es hoy tres hileras de rocas macizas, de unos 400 mts. cada una. La labor de ingeniería es sencillamente asombrosa, piedras cortadas casi a láminas, unas sobre otras, colocadas en ángulos rectos para crear poliedros sorprendentes dejando ejemplos tan impresionantes como la llamada Piedra de los Doce Ángulos. Hasta el templo de Ollantaytambo se transportaron miles de piedras a través de ríos y colinas, con alturas superiores a los 4,000 mts. sin conocerse los bueyes ni la rueda, ni transporte eficaz para aquellas moles, ni tampoco el hierro y acero para cortar las piedras.
Se dicen que por una de las actuales calles de Cusco, el 15 de noviembre de 1533 fue por donde Pizarro y su gente entraron a la ciudad.
Otros ejemplos de este tipo de construcciones, son las cabezas de la isla de Pascua, las islas Maquesas, la isla volcánica de Pohnpei en la Polinesia, el yacimiento megalítico de las terrazas de Baalbek hoy Líbano el cuales hace referencia el escritor David Barclay:
Parece que bloques de estas dimensiones tuvieron que ser puestos allí por gigantes o miembros de una civilización que conocía los secretos de la levitación y la antigravedad.
Emiliano Bethencourt descubridor de las famosas pirámides de Güímar, localizó un insólito enclave arqueológico, los Guanches antiguos habitantes de las islas; la llamada: Media de los gigantes, situada en el desierto de Granadilla, don enormes siluetas humanas esculpidas en roca viva, según la tradición eran un matrimonio de gigantes Guanches que median 2.94 mts. el varón y 2.67 mts. la mujer.
¿Quienes construyeron estas colosales estructuras megalíticas y desplazaron grandes monolitos?
Según los habitantes locales de muchos de estos lugares son atribuidas a los GIGANTES.