Ediciones B, Abril 2015 / 400Pág. / 17€
Seguro que a estas alturas ya seréis muchas las afortunadas que hayáis podido compartir un ratito y tener una firma plasmada en algún libro de, la que para mí, es una de las mejores autoras de romántica actual que pueden existir: Susan Elizabeth Phillips. Este ha sido uno de esos meses en los que me encantaría vivir en la Península, en una de esas ciudad a las que ha asistido esta maravillosa autora.
Los héroes son mi debilidad nos traslada a una isla cerca de Maine, Peregrine. Hasta allí se ha mudado una ventrílocua arruinada económicamente que busca desesperadamente encontrar una salida en la cabaña que su madre le dejó en herencia. Y es allí donde Annie Hewitt se encontrará de bruces con su pasado, con su peor pesadilla: Theo Harp.
Theo se ha convertido en un escritor de novelas de terror de éxito pero tras la muerte de su mujer ha decidido dejar la ciudad y establecerse en la mansión familiar, Harp House.
Durante buena parte de la historia el personaje de Theo permanece en las sombras. Los recuerdos de Annie sobre él en su adolescencia son de un chico huraño y terriblemente malvado. Un chico que estuvo a punto incluso de matarla. ¿Las acciones de Theo se debían a chiquillada? ¿Realmente sigue siendo un hombre malvado? ¿Theo mató a su mujer?
Miles de pregunta se suceden continuamente por la mente de Annie. Debe luchar contra ellas y con la atracción que surge entre ellos sin que ninguno de los dos pueda hacer nada por evitarlo.
Si hay algo a destacar en la historia es la profesión de Annie y la relación tan estrecha que tiene con sus muñecos, de la que seremos participe durante toda la historia. Para Annie sus muñecos son su familia, habla con ellos y estos la ayudan a la hora de tomar decisiones y sobre todo ayudar a los demás.
Sin duda una de las cosas que más me ha gustado de esta novela es cómo Annie utiliza a sus muñecos para ayudar a los demás, como bien he dicho antes, con mucha paciencia y ternura se vuelca en Livi, en saber porqué no habla, que esconde detrás de su distanciamiento del mundo. La pequeña es entrañable, conecta con el lector inmediatamente y es imposible no terminar un poco enamorada de ella.
A parte de la historia de amor y las profesiones de ambos protagonistas que tienen bastante peso en la historia la isla cobrará mucho protagonismo. Los habitantes de la misma son parte implicada de la novela, desde Joyce, ama de llaves de Harp house y mujer profundamente herida, pasando por Livi su hija pequeña retraía y que no habla jamás, hasta el grupo de mujeres que prácticamente mandan en Peregrine.
Reconozco que esperaba una historia más divertida, en la línea de SEP, pero creo que Los héroes son mi debilidad es una novela que va mucho más allá. Una historia que toca temas muy graves y complicados que van desde los traumas, maltrato, soledad, remordimientos y enfermedades mentales. Al mismo tiempo nos aporta una dosis maravillosa de esperanza, segundas oportunidades, lealtad, amor y familia. Una novela compleja pero preciosa que cualquier amante de la autora disfrutará de principio a fin.