POR: ANA JEROSOLIMSKI
FUENTE: SEMANARIO HEBREO.
Siempre advertimos respecto a la calificación de "antisemita" a todo aquel que critique a Israel. Es legítimo discrepar. También buenos, sinceros y auténticos amigos, pueden tener diferencias.
Pero esto es otra cosa. Esto es marcar al judío entre los estados , señalarlo, presentarlo como símbolo de todos los males-tal cual hace el antisemita declarado respecto al judío- y exhortar a que el mundo no le quiera hablar, no lo reconozca, no lo apoye, no comercie con sus empresas ni juegue el fútbol con sus deportistas.
Son unos hipócritas.
Porque no se preocupan por los palestinos asesinados en Siria, como por supuesto tampoco por los numerosos civiles gaseados por el régimen de Assad o muertos por alguno de los fanáticos grupos radicales que se le oponen. Ni por los muertos a manos Hamas. Ni por los tantos musulmanes que caen degollados o baleados por sus "hermanos" , ahora del Estado Islámico, y en tantas otras situaciones de guerra y conflictos ,desde hace años, en diferentes partes del Medio Oriente. Y por supuesto tampoco por los cristianos , yazidis y otras minorías perseguidas.
El récord lo batió esta semana el Sindicato Nacional de Estudiantes de Gran Bretaña , que resolvió por mayoría de 19 a 12 boicotear a Israel, bajo el lema "Justicia para Palestina". El propio gobierno británico condenó la decisión, recalcó que se opone a boicots, y analistas estiman, que si bien el efecto sicológico de estas situaciones nunca es bueno, probablemente esa decisión no tenga efecto concreto de importancia.
Pero ese no es el punto central.
Esa misma organización tuvo el tupé, hace algunos meses, de negarse a llamar a un boicot del Estado Islámico, que asesina indiscriminadamente , mata civiles, persigue cristianos y otras minorías, quema gente viva.
"Las condenas al Estado Islámico parecen haberse convertido en justificación de guerra y una abierta islamofobia", dijo en ese momento un comunicado del sindicato. Como claro está que tontos no son, consideramos que representan otro tipo de peligro en la arena internacional . Al igual que todos aquellos que llaman a boicotear a Israel ,son defensores del terrorismo diplomático.
Y quizás lo peor de todo, es que no ayudan a acercar la paz, en absoluto.
Es que tampoco les importa.
Recientemente tuvo lugar en el hotel Ambassador de Jerusalem Este un evento de diálogo en el que uno de los panelistas invitados era el ex diplomático israelí Dr. Alon Liel, conocido por sus posturas muy críticas del gobierno de Benjamin Netanyahu y claramente favorables a la izquierda. Pues en medio de sus palabras , irrumpieron al salón los matones del BDS (la sigla en inglés de Boycot, Divestment and Santcions) que coordinan los llamados a boicotear a Israel, y no le dejaron seguir hablando.
Hace pocas semanas, la cantante israelí Ajinoam Nini,más conocida en el exterior como Noa, lidió nuevamente con un fenómeno que para su pesar, ya conoce bien . Se presentaba en España y en algunas calles cerca de donde iba a cantar, había carteles y manifestantes exhortando a boicotearla, agregando a ello todo tipo de condenas a Israel.
Noa es probablemente la cantante más política, si cabe el término, de Israel. Su apoyo a un estado palestino y su defensa de sus derechos se traduce a menudo en fuertes ataques a la política del gobierno que considera no da los pasos necesarios para lograr la paz.
Pero eso no importa a quienes se oponen a la existencia misma de Israel y lo disfrazan de preocupación por los palestinos. Para ellos, el que Noa sea israelí, alcanza. También que Alon Liel lo sea.
El único israelí que les vendría bien sería el renegado del sionismo, el que pasa de la legítima crítica a la defensa de la destrucción de Israel o su desaparición en la práctica negando el carácter judío del estado.
En el mundo hay 57 países con mayoría musulmana, que además lejos están de ser países en los que impera la libertad y el respeto a los derechos del ciudadano-tampoco de los propios musulmanes-pero el problema para el mundo, según estos hipócritas, es el estado judío.
Es el estado judío en el que hay un sinfín de programas e iniciativas destinadas a fomentar la coexistencia en paz. El estado judío en el que diputados árabes se desempeñan libremente en el Parlamento y dicen lo que quieren, por mucho menos de lo cual, sin duda, irían presos en países árabes.
Es el estado judío donde un ciudadano árabe es Juez Supremo, y donde fue él el que escribió años atrás la sentencia que mandó al ex Presidente del Estado Moshe Katzav a prisión por violación.
Es el estado en el que claro que la democracia es imperfecta, donde también hay extremistas y racistas, como en toda sociedad moderna. Pero donde salvan la vida de niños de países árabes que llegan a operarse y son atendidos igual que los niños israelíes. Es el único país que introduce diariamente ayuda humanitaria a la Franja de Gaza gobernada por su enemigo declarado, Hamas, mientras Egipto le cierra las puertas.
Es a él que intentan boicotearle.
Aunque fue el que extendió, como siempre, su largo brazo de ayuda humanitaria y viajó hasta Nepal a salvar vidas en un hospital de campaña ejemplar, tras el terremoto.
¿No saben todo esto los que llaman al boicot de Israel?
Claro que saben. Pero no les importa...porque su guía no es la verdad.