Según Jaques Fresco, nos queda muy poco tiempo, para cuando los niños crezcan todo estará contaminado.
Hace cientos de años la política podía solucionar muchas cosas, pero hoy no, hoy lo tiene que hacer la tecnología. El sistema actual no se puede cambiar, no se puede arreglar como pretenden muchos, el sistema monetario no se puede convertir en algo que sea equitativo; se habla de democracia, de libertad, pero en realidad somos tan libres como nuestro poder adquisitivo nos lo permite, la democracia no existe, no tiene sentido en esta cultura ya que no podemos hacer nada para que desaparezca la injusticia, no nos preguntaron si queríamos tal o cuál guerra, si queríamos o no los viajes espaciales, si queríamos que se construyeran algunas obras. No se trata de arreglar esto que funciona mal, se trata de crear algo nuevo y básicamente no puede ir ligado al sistema monetario actual, ya que él es el causante de las guerras, de las injusticias, del hambre, de la pobreza. Por eso los del G20 no se reunen para arreglar nada porque no hay nada que arreglar, y los que somos espectadores tenemos que dejar de serlo y actuar para hacer posible ese nuevo sistema.
"Si hemos de crear un mundo nuevo, una nueva civilización, un arte nuevo, no contaminado por la tradición, el miedo, las ambiciones, si hemos de originar juntos una nueva sociedad en la que no existan el «tú» y el «yo», sino lo nuestro, ¿no tiene que haber una mente que sea por completo anónima y que, por lo tanto, esté creativamente sola? Esto implica, ¿no es así?, que tiene que haber una rebelión contra el conformismo, contra la respetabilidad, porque el hombre respetable es el hombre mediocre, debido a que siempre desea algo; para su felicidad depende de la influencia, o de lo que piensa su prójimo, su gurú, de lo que dice su dios o su lider. Su mente jamás está sola. Ese hombre nunca camina solo, sino que siempre lo hace con un acompañante, el acompañante de sus ideas." (Jiddu Krishnamurti).
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