Revista Arte

Los idiomas, sus secuestradores y el poema de Joan Margarit “En torno a Babel”.

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

Los idiomas, sus secuestradores y el poema de Joan Margarit “En torno a Babel”.

Si los idiomas pudieran expresarse a través de su propia boca, y no de las de sus hablantes, nos dirían que están asustados porque los estamos usando para pelearnos, para diferenciarnos, cuando ellos provienen de un origen -el lenguaje- que surgió para que nos pudiésemos comunicar, para que transmitiésemos conocimiento, para que nos enriqueciésemos mutuamente, sin aislarnos del vecino.

Busco la primera referencia escrita a los idiomas y encuentro:

Toda la tierra tenía un solo lenguaje y unas mismas palabras. Al desplazarse hacia oriente, encontraron los hombres una llanura en la tierra de Senaar y se establecieron allí .../... Dijeron: Vamos a edificar una ciudad cuya cúspide llegue hasta el cielo ... Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres, y se dijo Yahveh: He aquí que todos ellos forman un solo pueblo y hablan un solo lenguaje, si esto es sólo el comienzo de su empresa, ya nada les impedirá alcanzar lo que se propongan. Bajemos, pues, y confundamos su lenguaje para que no se entiendan entre sí. (Génesis 11, versículos 1-7)

Según el libro sagrado de las religiones monoteístas, ese fue el segundo castigo del hombre. Primero fue expulsado del paraíso, por querer acceder al conocimiento, y luego dispersado por la tierra y condenado a no entenderse, para que no pudiera progresar y asemejarse a su envidioso creador... Dicen que las religiones, o al menos parte de la gente que las practica, inducen a matar tanto o más en nombre de Dios que de Satán y han dificultado los avances de la ciencia y la razón, porque "si la fe fuera razonable, ya no sería fe". Pero no hay que olvidar que ese "libro" lo han escrito hombres que tendrían sus razones doctrinarias. Eso me hace recordar aquella antigua canción de Joaquín Sabina: "Mi amigo Satán"

(...) "Hace muchos siglos -me dijo-, en el cielo,
hubo una sangrienta revolución.

Un grupo de ángeles nos levantamos
contra el poder absoluto de Dios.
Como todo vencido conocí el exilio
la calumnia, el odio y la humillación.

Los idiomas, sus secuestradores y el poema de Joan Margarit “En torno a Babel”.

Pero te aseguro que, de haber ganado
ni muerte, ni infierno, ni cinco, ni dos,
ni tuyo, ni mío, ni odio, ni trabajo
habrían existido, ni diablo ni Dios" (...)

Y Sabina podría haber añadido: " ni idiomas que aíslen ". Pero vuelvo a lo inicial, a los idiomas, y pido disculpas por si he herido la sensibilidad religiosa de algún lector, aunque en mi descargo he de decir que los no religiosos también tenemos sensibilidad y nos es agredida con mucha frecuencia y sin pedirnos disculpas.

Los idiomas, que surgieron para ayudarnos a comunicarnos, están siendo utilizados por algunos para hacernos creer que somos distintos. ¿Quiere decir esto, que estoy en contra de los idiomas? No, los idiomas no tienen la culpa. Ellos, hijos del lenguaje y de la razón, han sido secuestrados y sufren su secuestro; querrían ayudarnos a que nos conociésemos más, y no les dejan expresarse libremente, les hacen leer discursos que no son los suyos...

Todos nacemos sin idioma, pero con la facultad del lenguaje. Recibimos el idioma de nuestro entorno y hemos de cuidarlo, es nuestro modo de expresión. Por eso, porque es nuestra herramienta de comunicación, no hemos de ser excluyentes ni utilizarlo para diferenciarnos artificialmente.

Si fuésemos capaces de recuperar la utopía, conservaríamos los idiomas vernáculos que expresan nuestra intimidad, nuestro pequeño mundo, pero potenciaríamos los idiomas globales que fomentan la comunicación, la internacionalización. "Internacionalización", ese término acuñado por aquella izquierda global que murió acosada por sus hijos cainitas, a los que de eso -de izquierda- sólo les queda el nombre. Pues bien, ese término ahora ha sido adoptado por la derecha y, como en las adopciones a las que les se quiere hacer olvidar su origen, ha sido rebautizado como "globalización" y ha olvidado de dónde procede y cuáles eran sus objetivos, en busca magnificar el beneficio de unos pocos.

Continuemos defendiendo a los idiomas, a los grandes y a los pequeños, a los que nos sirven para expresar nuestros más íntimos sentimientos y a los que nos permiten comunicarnos globalmente; y continuemos luchando contra sus secuestradores, que los quieren hacer esclavos de su interés propio para separarnos.

Los idiomas, sus secuestradores y el poema de Joan Margarit “En torno a Babel”.

Los catalanes tenemos desgraciadamente mucha experiencia en estos temas. En vez de potenciar la convivencia y buscar lo mejor de cada idioma, se nos quiere imponer uno para ayudar a construir un pueblo distinto. Como no nos pueden inculcar una religión distinta a las del entorno, ni hacernos más altos o más rubios, nos quieren imponer una lengua para ayudar a la diferenciación, a la creación de un pueblo diferente, olvidado la riqueza del bilingüismo en este país.

Recientemente ha muerto el gran poeta Joan Margarit (1938 -2021). Margarit no ocultó sus preferencias por un cierto modelo independentista, pero siempre basado en un respeto a las lenguas, a las personas y a la búsqueda del entendimiento a través de la cultura y el diálogo. Margarit empezó a escribir poesía en castellano y él dice que fue porque era en la lengua en la que no cometía faltas de ortografía y luego escribió en su lengua materna el catalán, pero traduciendo a la vez sus poemas al castellano, porque no quiso perder su posibilidad de expresión en las dos lenguas y porque sabía muy bien de la dificultad de traducir poesía salvo que se sea el autor o muy buen poeta.

En su última entrevista a La Vanguardia , el pasado enero, el poeta recita uno de sus últimos poemas " En torno a Babel / En torn de Babel" perteneciente a su último libro aún inédito (Animal de bosc / Animal de bosque) y responde a la pregunta sobre si el poema habla de la maldición de las lenguas y sobre si cuestiona la lengua materna, diciendo: "Critico estar orgulloso de la lengua materna. ¿Qué mérito tengo yo de mi lengua materna?"

Esa frase tiene un significado profundo en alguien que sabe que la vida se le acaba y lo que de verdad le interesa es lo importante, lo que quiere dejar de recuerdo. Os copio el poema:

EN TORNO DE BABEL

¿Qué mal podría hacer una ciudad
-la primera, la única, y en su centro la torre?
No lo aclara la Biblia, lo que dice
es que estábamos cerca de construir
por primera vez alguna cosa seria.
La maldad de aquel dios es lo único claro
en el relato de babel: troceó aquella lengua
en miles de otras lenguas. Es tan triste pensar
que la lengua materna es nuestro propio mérito
y que es una riqueza que haya miles de lenguas.
Allí es donde empezó, o bien nuestro fracaso,
o bien dónde surgió, en el lugar de los dioses,
alguna nueva inteligencia humana
con la que he convivido ya más de ochenta años.
Quizá ha acabado el tiempo de Babel
y ha comenzado el nuestro,
dependiendo tan solo de una fuerza,
la que mantiene el cielo de la noche
alrededor de mí y de los que amo.
Bien protegidos y al abrigo
de lo peor de todo, que es la nada.

Joan Margarit. Animal de bosque (inédito)

Un magnífico poema tanto en contenido como en continente. El poeta ama la lengua materna, pero no la considera un mérito, y a la vez critica la división de las lenguas, ese castigo de un mal dios; es un poema de alguien que sabe que la vida se le acaba y se rodea de los seres queridos. Un poema de un ritmo impecable que mezcla heptasílabos, eneasílabos, endecasílabos y alejandrinos de estructura binaria y con un cuidado especial en evitar las asonancias; todo ello es lo que hace que al recitarlo los versos vuelen con esa especial sonoridad de los poemas de base métrica, que distingue al poema de la prosa.

Por si queréis saber más de Joan Margarit os dirijo a la entrada que le dediqué en mi blog "La palabra es mágica" en 2011 y que he ido actualizando hasta la fecha de su muerte. En ella podréis leer sus poemas, escuchar al poeta recitando, y un homenaje de Miguel Poveda catándolo en castellano y catalán.

Defendamos a los idiomas y sobre todo a su función principal, a la comunicación entre el género humano y no permitamos que algunos quieran utilizarlos para separarnos e impedir la concordia. Frente a ese Dios de los versículos iniciales que busca que los hombres no se entiendan entre sí, defendamos al poeta en sus últimos versos de concordia.


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