Los Inhibidores de las glucosidasas son
fármacos que se usan tanto en el tratamiento de la diabetes tipo 1 como de la
diabetes tipo 2, y han mostrado ser efectivos en la prevención de la diabetes
tipo 2, cuando se usan en personas con prediabetes.
Las glucosidasas son unas enzimas que
digieren los carbohidratos, convirtiéndolos en azúcares, para que puedan ser
absorbidos en los intestinos y pasar a la sangre.
Los Inhibidores
de las glucosidasas son fármacos que bloquean la acción de estas enzimas,
haciendo que la digestión de los carbohidratos sea más lenta, y, por tanto,
evitan la subida brusca de la glucosa sanguínea después de las comidas.
Esto es muy
importante, pues los infartos están más relacionados con la hiperglicemia que
ocurre después de las comidas, que con la hiperglicemia en ayunas. De hecho,
estudios han demostrado una reducción en la incidencia de infarto en pacientes
tratados con acarbosa.
Tenemos dos
fármacos en este grupo: acarbosa (Glucobay, Precose) y miglitol (Glyset). Se
deben tomar con el primer bocado de las comidas. La acarbosa, que es la más
popular, viene en tabletas de 50 y 100 mg. Se debe empezar con una dosis baja,
como 25 mg (1/2 tableta de 50 mg) con la cena, durante la primera semana, y
aumentar a 25 mg dos veces al día en la segunda semana, e ir aumentando la
dosis gradualmente para evitar los efectos secundarios, tan comunes con estos
medicamentos.
Efectos
secundarios.Son
generalmente gastrointestinales: distensión abdominal, gases y diarrea. Son
frecuentes y han limitado su mayor uso. Estos síntomas pueden minimizarse si
empezamos con una dosis bien baja y aumentamos poco a poco. Las molestias tienden
a desparecer con el tiempo.
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Reservados 2013 Juan Luis Fernández