Los restos del escritos estaban mezclados juntoa los de otras 16 personas.
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Así se pone punto y final a una investigación que comenzó hace diez meses para localizar el lugar exacto de la iglesia donde reposaba el autor de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", aunque los forenses no han cerrado la puerta a que una tercera fase lleve a un análisis más detallado de los restos.
Francisco Etxebarria presenta los resultados de la investigación.
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HUESOS MUY FRAGMENTADOS
No obstante, ha apuntado Francisco Etxebarria, es "un imposible" comprobar a través del ADN cuáles son los restos de Cervantes de entre todos los localizados en la cripta, puesto que están "muy fragmentados", y hay además otra dificultad: el escritor no tuvo hijos, y la única familiar sepultada en un lugar conocido es su hermana, cuyos restos están en un osario común en Alcalá de Henares.
El forense ha destacado que tanto la investigación documental como los hallazgos arqueológicos permiten concluir que los restos de Cervantes fueron trasladados a la cripta de la iglesia de las Trinitarias y que uno de los conjuntos de restos óseos encontrado en esa cripta coincide "fielmente" con los datos de archivo sobre el grupo con el que habría sido enterrado el escritor.
Muestra de la fragmentación de los huesos.
RESTOS TRASLADADOS EN EL S. XVIIISe trata de los restos de 17 cuerpos, que fueron inhumados entre 1612 y 1630 de la iglesia primitiva de las Trinitarias, ubicada al contrario de lo que se pensaba hasta ahora en un lugar distinto al actual, y que fueron trasladados a la cripta entre 1698 y 1730, en el momento en que estaban terminando las obras de construcción del convento.
Según ha expresado en la rueda de prensa la antropóloga Almudena García Cid, concretamente hay restos de un mínimo de cinco niños y un mínimo de diez adultos (de ellos, cuatro masculinos, dos femeninos, dos indeterminados y dos probablemente masculinos).
Los restos estaban en el subsuelo, en el conjunto que los investigadores han nombrado con el punto 32, y han aparecido junto con una moneda de 16 maravedís de Felipe IV y prendas litúrgicas, entre otros objetos que han permitido datarlos en el siglo XVII.
Esta investigación, liderada por el forense Luis Avial y el georradarista Francisco Etxebarria, ha costado 124.000 euros y ha estado apoyada por el Ayuntamiento de Madrid.
Sobre qué pasará con los restos del escritor y la posibilidad de que se expongan al público, el historiador Francisco José Marín Perellón, funcionario del Ayuntamiento y archivero, ha indicado que no corresponde al Gobierno local esta decisión, que ha dejado en manos del convento de las Trinitarias y la Real Academia Española, que ostenta la tutela del edificio.
Las iniciales M.C. en uno de los restos de madera.
CASI UN AÑO DE TRABAJO EN EL CONVENTO
Los trabajos comenzaron a finales de abril del año pasado, cuando el equipo de georradaristas liderado por Luis Avial localizó las áreas de la iglesia donde había enterramientos, y, tras meses de gestiones para obtener los permisos, entre ellos los de la Comunidad de Madrid, el pasado 22 de enero una treintena de investigadores accedieron a la cripta para comenzar con la fase arqueológica.
El hallazgo coincide con la conmemoración de los 400 años de la publicación de la segunda parte de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", que precede a la celebración en 2016 del cuarto centenario de la muerte del escritor español más universal, que coincidirá, por cierto, con el homenaje de Inglaterra a Shakespeare, cuya tumba puede visitarse en la iglesia de su pueblo natal.
(Fuente: La Opinión / EFE)