Este año, por motivos ajenos a mi voluntad, y circunstancias relacionadas con la Vida Real no me he podido ir de vacaciones como dios manda a conocer mundo, ponerme moreno, o cualquier otra variedad de lo que viene siendo viajar. La parte buena (hay que ser optimistas) es que he podido darle una vuelta a mi lista de pendientes de Steam y he estado jugando bastante. Aparte de terminarme cosas como The Witcher 3 y Borderlands The Pre-Sequel (de los que escribiré aparte), también le he dado un poco a otros juegos que, aunque no he llegado a terminarme por distintos motivos, me van a servir para marcarme un artículo post-verano, ya que de por sí cada uno de ellos no da para post, y tampoco me voy a poner a escribir cinco textos seguidos, que luego los demás se meten conmigo porque subo el ritmo.
Titan Souls
Te entra por los ojos desde el primer momento, y es que podríamos decir que es el Shadow of the Colossus pixelado. Su ambientación es maravillosa, y esa sensación de soledad y tristeza que destilaba el mejor juego de PS2 está presente en todo momento. ¿Su problema? La manía de algunos estudios indies de basar un juego en una sóla idea y después intentar que funcione a toda costa. Titan Souls es un juego en el que nos enfrentamos a un jefe final tras otro con la sóla ayuda de nuestro arco y una flecha que se lanza y vuelve. Y ya está. Se hace rápidamente repetitivo, y para colmo, suma una dificultad mayúscula con la total y absoluta falta de información y ayuda al jugador. Y por si eso fuera poco, cada vez que te matan, te tienes que hacer todo el caminito de nuevo hasta el jefe. Igual a los fanáticos de los Dark Souls y similares les hace tilín, pero yo estoy demasiado viejo para esta mierda. Después de unos cuantos intentos y cabreos, decidí que no iba a ser un juego para mí, y pasé página.Broforce
Broforce parte de una premisa maravillosa, que no es otra que la de poner bajo nuestro control a casi todos los héroes de acción de las películas de los ochenta y noventa y meterlos en una vorágine de tiros, sangre y guerra pixelada con mucha ironía y aun más humor. Es imposible aburrirse jugando y los más mayores del lugar reconocerán y amarán este tipo de jugabilidad de saltos y tiros al instante. Al contrario que con Titan Souls, mi sensación es que le voy a echar unas cuantas horas más, eso sí, cuando esté hecho del todo. Al fin y al cabo, Broforce sigue aun en Early Access, por lo que sus fallitos en los diseños de niveles y la falta de algún modo de juego que otro (¡campaña con historia por favor!) son perdonables al menos hasta que termine su desarrollo. Si termina, que ya sabéis como van estas cosas.
Deathtrap
Creo que este es el primer juego que me he comprado siguiendo las recomendaciones que te hace Steam basándose en lo que tienes en tu librería, lo que mola en ese momento y en la posición de la tercera luna de Júpiter con respecto a la galaxia en la que vivimos. Y oye, bastante bien. Deathtrap es un Tower Defense bastante chulo que combina los elementos clásicos del género con muchas cosas de Diablo II y similares. Hay equipo, hay clases de personaje, y hay mogollón de habilidades que subir y aun muchos más monstruos idiotas que siguen un camino petado de torretas y suelos de pinchos porque tienen que ir a yo qué se dónde. Otro al que echaré un montón de horas cuando la actualidad del videojuego me vaya dejando (nunca). Eso sí, aviso a navegantes: Deathtrap es FEO como el ojete de un minion. Los menús con letras góticas, salientes demoniacos y demás pasaron de moda hace mucho, pero por aquí no se han dado cuenta aun. Aun así, bastante disfrutable.
Ziggurat
Para que luego digan que tener un blog de videojuegos no vale para nada. Descubrí este juego gracias a uno de nuestros invitados en el Podcast especial del E3 (aprovechad los comentarios para pedir más podcasts, a ver si así...) que me lo recomendó cuando Jared ya no grababa (sí, seguimos hablando un rato luego, porque es mucho mejor dormir cuatro horas que seis antes de ir a trabajar un miércoles). No tenía ni idea de que existía este juego, y por lo visto está hecho por un estudio de aquí que, o bien no se han movido mucho por los medios españoles o no han querido hacerlo, porque conociendo el chovinismo absurdo que se maneja por la práctica totalidad de los medios españoles, me parece muy raro que no se le haya dado mucha más bola a un juego más que decente que ha salido incluso en consolas y que se ha llevado críticas bastante buenas en medios de fuera.
Pero hablemos del juego. Ziggurat es un Roguelike de manual, pero su jugabilidad está mucho más cercana a los shooters tipo Doom que a lo que viene siendo habitual en el género. Hay mucha acción, hay que apuntar bien con las distintas magias/armas que vamos consiguiendo y la mezcla de mejoras y tiros mágicos hacen que sea un juego ideal para echarte una partida en un tiempo muerto. Eso sí, es difícil de cojones. Yo no he pasado del tercer nivel y con el culete bien apretao, pero aun así lo he disfrutado bastante.
Massive Chalice
He estado a puntito de dedicarle un artículo sólamente a este, pero me da la sensación de que siempre hablo de Kickstarters, lo bueno y lo malo y sus movidas, así que al final le he hecho sitio en esta recopilación veraniega.
Estamos ante el fruto de una nueva campaña de mecenazgo exitosa de Double Fine Studios (Los de Tim Schafer). La idea es defender un reino de la plaga malvada de turno haciendo uso de la única arma que ha resultado efectiva hasta el momento contra ellos: La sangre noble. Al principio de la partida elegiremos varias casas nobles para tal propósito, que tendremos que ir mezclando durante los años para ir creando guerreros dispuestos a parar a la plaga allá donde se presente. Como consecuencia de este cruce de estirpes a lo criadero de perretes, iremos destilando las cosas buenas de cada generación, consiguiendo clases de guerreros distintas con habilidades varias y mejorando el reino en cada generación para que los vástagos sean mejores que sus padres.
Los combates contra las distintas criaturas que la plaga genera se juegan por turnos, eligiendo un grupo de hasta cinco combatientes de entre toda la prole de las casas nobles y utilizándolos para derrotar al enemigo sin que mueran por el camino, que no está la cosa para perder población.
Escrito así suena maravilloso, y si a eso le sumas que el apartado artístico está al nivel de todo lo que hace Double Fine, pues ya debería ser la leche,¿no? Pues...si y no.
Cuando gestionas un grupo de héroes que suben de nivel, envejecen y comparten cosas contigo, al final se tiene que crear una especie de empatía jugador-personaje que es lo que hace de los numeritos y los críticos algo especial. en principio, si llevamos esta relación al nivel al que pretende llevarla Massive Chalice, deberíamos tener eso multiplicado por varias generaciones de arqueros leales al reino (por poner un ejemplo), lo que haría de esa relación algo sublime. Lamentablemente, eso no pasa en el juego, ya que no da tiempo a encariñarte de los personajes ni a cogerles siquiera un apego real: Los usas en una batalla cuando son jóvenes, en la siguiente tienen cincuenta años, y luego mueren de viejos. Es un fallo importante que no hayan explotado esto adecuadamente, y que al final toda la gestión del reino y la sangre noble se reduzca a un juego de "mezclar este con este para que me salgan mejores alquimistas".
A pesar de esto, los combates por turnos son maravillosos, las distintas clases funcionan muy bien y aportan todas a la experiencia de juego, y el juego es disfrutable. Igual es que yo me esperaba más. O igual es que me flipo con los Kickstarters.
Y ya está, creo. Ah, bueno. También he estado jugando a Hearthstone. No mucho. Un poquito, así en los ratos muertos...o igual un poco más. No lo instaléis. En serio. NO.