Sesenta y cuatro años antes de la revolución capitaneada por Katniss Everdeen y de convertirse en el tirano presidente de Panem, un joven Coriolanus Snow tiene que ascender desde la parte más baja de la sociedad del Capitolio haciendo de mentor a Lucy Gray, la joven seleccionada como tributo del Distrito 12, aprovechándose de su encanto para poder reinar.Ocho años después de terminar la saga principal de “Los Juegos del Hambre” y tres años después de la publicación del libro que da nombre al film, publicado por la autora original, Suzanne Collins, llega “Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes”. La película es adaptada en guion por Michael Lesslie, experimentado en adaptaciones como “Assassin’s Creed” (2016) o “Macbeth” (2015), y Michael Arndt, veterano de la saga por ser el guionista de “Los Juegos del Hambre: En Llamas” (2013), además de escribir films como “Little Miss Sunshine” (2006) (con el que ganó el Oscar a Mejor Guion original), “Toy Story 3” (2010) o “Star Wars: El despertar de la fuerza” (2015). La trama nos presenta el origen de un villano sin escrúpulos muy lejos de ser lo que llegamos a conocer en la saga principal. Lo interesante del guion es que nos quiere hacer empatizar con Snow, interpretado por Tom Blyth, al que solo habíamos visto fugazmente en “Benediction” (2021). Blyth tenía un trabajo difícil, ya que detrás del personaje se encontraba el grandioso Donald Sutherland entregando una de las interpretaciones más memorables de su carrera, pero consigue aportar un carisma especial dejándole a la altura.La trama está dividida en tres capítulos. Los dos primeros son francamente buenos. La primera sección presenta un poco de dónde viene el protagonista y su familia, interpretadas por Fionnula Flanagan y Hunter Schafer, su posición durante la Guerra, la situación actual de los mismos y presenta aliados y antagonistas y los objetivos que quiere conseguir Coriolanus.Todo está cocido a fuego lento a nivel argumental, sin perder el ritmo ni un momento, y se toma su tiempo para irnos acostumbrando a su mundo y todo lo que le rodea. La presentación lleva a la cuestión principal: la competición entre mentores de los nuevos tributos del juego macabro entre jóvenes representando sus facciones, introduciéndonos con habilidad los elegidos y que empaticemos más o menos con cada uno de ellos. Destaca que hay muchas variaciones físicas y psicológicas entre ellos. Desde personajes tullidos o enfermos a puros líderes sedientos de sangre. Esto refuerza la idea de supervivencia, teniendo que tomar difíciles decisiones y arrollar a les demás, seas quién seas, para seguir con vida. Es un universo donde parece que no hay ni buenos ni malos, si no gente que intenta sobrevivir en un mundo desolado por una gran guerra. La competición, organizada por la Dr. Volumnia Gaul (magistral, como siempre, Viola Davis) y el decano Casca Highbottom, interpretado por Peter Dinklage que, aunque no goce de los mejores diálogos, actúa con dignidad, quién presenta la tarea central a los compañeros de Corionalus. Snow termina siendo el mentor del tributo femenino del Distrito 12: Lucy Gray, interpretada por Rachel Zegler, ganadora del Globo de Oro por “West Side Story” (2021). No estoy muy segura de la interpretación de Zegler. Por una parte, la actriz de ascendencia colombiana canta como los ángeles y el film se aprovecha mucho (quizás demasiado) de ese talento. Pero a la hora de interpretar parece que esté algo forzada e incluso sobreactuada, a veces.La segunda parte son puramente los juegos y todo lo que les rodea, desde la cruel violencia a las tramas políticas tras ellas. La película consigue hacer una crítica al poder y sus representantes, el sistema e incluso el mundo del espectáculo. El show, retransmitido por televisión, es presentado por Lucretius ‘Lucky’ Flickerman, interpretado por un divertidísimo Jason Schwartzman que cada vez que aparece roba todas y cada una de las escenas. Destacar también a Josh Andrés Rivera, quién ya acompañaba a Rachel Zegler en “West Side Story” (2021), que interpreta al mejor amigo de Snow, Sejanus Plinth, y parece ser de los únicos personajes con buena moral, siendo una pieza clave en el desarrollo de la trama. Esta segunda parte juega muy bien su combinación entre acción y la trama más política, contada con más calma y paciencia, dotando de un buen dinamismo y entretenimiento que no aburre al espectador.El tercer y último acto es algo más torpe que los anteriores, como si se hubiera escrito un poco con prisas, e introduce pequeñas tramas de forma algo brusca y con algunas trampas en la narración. Tampoco ayuda la trama romántica entre sus protagonistas, que, aunque la interpreten con bastante soltura, se siente algo forzada y no del todo coherente con el resto de la narración. Aun así, en este apartado es cuando veremos la transformación más pura de Coriolanus de héroe a villano sin escrúpulos y la introducción de pequeños guiños a la saga protagonizada por Jennifer Lawrence. Eso ayuda a mantener al espectador pendiente del film con atención y no salirse de la narración a pesar de sentirse algo más apresurada.La dirección vuelve a estar a cargo de Francis Lawrence, director de toda la saga principal a excepción de la primera cinta. Se nota que le han sentado bien unos años de parón entre la última entrega y la película que estamos comentando y centrarse en otros proyectos como “Gorrión Rojo” (2018) o “El país de los sueños” (2022), porque ha madurado su mirada y, a pesar de no contar con metáforas visuales muy agudas, denota más preocupación por la imagen y junto a su habitual director de fotografía, Jo Willems, construyen una cinematografía bastante bonita, con un bello uso de los encuadres, la distancia focal y, sobre todo, la magnífica iluminación.La edición está bastante cuidada, y está bastante ajustada para mantener la atención al espectador y llenar de dinamismo las secuencias más sobrias que pueden llegar a aburrir al espectador promedio, pero sin llegar a rozar la estética ‘videoclipera’ o desenfrenada que hemos podido llegar a ver en films recientes más serios como “Oppenheimer” (2023), para intentar no perder al espectador con muchos datos pesados.Pero si en algo ha destacado siempre la saga de Los Juegos del Hambre es en el diseño de vestuario, peluquería, maquillaje y de producción, y la Balada de pájaros cantores y serpientes no es una menos. Los preciosos vestidos de los habitantes del Capitolio lucen cada vez que aparecen, destacando el magnífico diseño del atuendo de Viola Davis, haciendo un curioso homenaje (quizás involuntario) a la Carrie de Stephen King. La caracterización de los personajes está muy conseguida, desde los peinados alocados de la alta sociedad a la gente pobre, tullida y machacada de los Distritos. Los decorados son magníficos y las distintas ambientaciones, desde el rico y opulento Capitolio hasta el desolado Distrito 12, están cuidadas hasta el mínimo detalle, dotando al conjunto de una riqueza atmosférica ideal para sumergir al espectador en el relato.Finalmente, también destacar uno de los puntos fuertes de la cinta: la banda sonora creada por el nueve veces nominado al Oscar, James Newton Howard, quién ya había compuesto la banda sonora de la saga original, y aquí vuelve con una combinación entre deliciosas melodías más clásicas junto a canciones escritas puramente para hacer lucir a Rachel Zegler, influenciadas por el country-folk americano y el soul esclavista afroamericano, que ayuda a reforzar la idea de represión que sufren los habitantes de los distritos y sus canciones protesta que llegan a toda clase de público.En definitiva, “Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes” es un blockbuster de lo más entretenido que goza de una primera mitad muy bien perfilada y que construye el nacimiento de un carismático villano con mucha dignidad sin olvidarse de aportar calidad en su apartado técnico y en la mayoría de su equipo actoral.
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- ##check## Lo bueno
- La calidad del guion en la mayor parte del film.
El diseño de los personajes y sus ambientaciones.
Viola Davis y Jason Schwartzman se comen la pantalla. - ##times## Lo malo
- El tercer tramo de la cinta es algo apresurado.
La trama amorosa es algo forzada.
Abusa un poco de las canciones y Rachel Zegler canta genial pero no está especialmente fina en la actuación.
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- Ambientación 8.5
- Gran diseño de producción, vestuario y maquillaje y peluquería.
- Desarrollo de Personajes 6.5
- Buen desarrollo del protagonista y su mejor amigo, aunque algo plano en los demás personajes.
- Argumento / Guion 6.5
- Las dos primeras partes son estupendas pero el tercer tramo lastra un poco el conjunto.
- Banda Sonora 8.0
- Junto a la ambientación, lo mejor de la película.
- Entretenimiento 7.0
- Si algo tiene que ser un blockbuster es entretenido. El film consigue un buen balance entre tramas más sobrias y pura acción.
- Montaje / Innovación técnica 7.0
- Un buen montaje que aporta dinamismo a la cinta y mantiene en suspense al espectador.
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- Puntuación Total 7 / 10