Año: 2012.Género: Aventuras/Ciencia Ficción.País: Estados Unidos.Duración: 142 minutos.Dirección: Gary Ross.Intérpretes: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Liam Hemsworth, Lenny Kravitz, Stanley Tucci, Sonald Sutherland, Willow Shields, Amandla Stemberg, Alexander Ludwig, Isabelle Fuhrman, Wes Bentley.
"Cada año, en las ruinas de lo que una vez fue Estados Unidos, el Capitolio de la nación de Panem obliga a sus doce distritos a enviar un chico y una chica a competir en los Juegos del Hambre. Un castigo distorsionado a raíz de una rebelión pasada y una táctica de intimidación del actual gobierno, Los Juegos del Hambre es un evento que se televisa a nivel nacional en el que Tributos deben luchar entre sí hasta que sólo uno sobreviva.
Katniss Everdeen, de dieciséis años, se ofrece de manera voluntaria para participar en los Juegos en el lugar de su hermana menor y se ve obligada a confiar en sus agudos instintos así como en las enseñanzas del antiguo vencedor, Haymitch Abernathy, rara vez sobrio, al competir con Tributos altamente entrenados, quienes, durante toda su vida, se han estado preparando para estos Juegos.Si Katniss piensa en regresar a su hogar Distrito 12 alguna vez, deberá tomar decisiones imposibles, deberá decidir entre sobrevivencia y humanidad y entre vida y amor."
Muy pocas veces uno puede decir que un libro se adapta fielmente en su transición a la pantalla grande. Siempre hay líneas secundarias que se cortan para favorecer una historia más dinámica, eventos que se cambian para darle un sabor diferente al film, siempre hay pequeñas cosas que, a la larga, ponen a la adaptación un escalón (o varios) por debajo de su gemelo de tinta y papel. Es con mucho placer que me digno a decir que Los Juegos del Hambre es una de las historias mejor adaptadas de los últimos años, una experiencia que poco tiene que envidiarle a la novela de Suzanne Collins: no por algo la misma escritora estuvo en el génesis del guión en coautoría con el director de la misma, Gary Ross.
Sentando fehacientemente las bases de una trilogía, Los Juegos del Hambre promete ser una de las sagas de las que más se hablé de acá a cinco años, mínimo. ¿Exagero? No creo, y ya verán porqué...
Antes de poder continuar, quiero dejar en claro que me sumé a la fiebre de la trilogía escasos momentos antes de que la susodicha película fuese anunciada, por lo que el raudo proceso desde la postproducción hasta la película terminada fue seguido minuciosamente por su servidor. Estarán pensando 'Ay, no, la reseña va a ser totalmente parcial porque él leyó los libros y los adora'. Bueno, sí, adoro los libros, y puedo decirles a los fanáticos de ellos que al entrar a la sala y cuando salgan, no saben que les espera todo aquello que imaginaron y más, plasmado totalmente en la pantalla, cada detalle, cada partecita del libro, todo. Para todos aquellos que no estén familiarizados con el libro, puedo decirles también que están ante un evento de ciencia ficción con cosas prestadas de otras películas, pero con un regusto diferente, un alma propia distinguible. Desde una óptica o la otra, Los Juegos del Hambre es una película muy sólida, y al verla fue como leer el libro por primera vez, así que puedo hablar con conocimiento de causa como también desde el mero punto de vista de un espectador pasajero, combinados entre sí.
A lo que nos compete: el trío de Gary Ross, la autora Suzanne Collins y Billy Ray (Hart's War, Flightplan) trajeron a la vida esta aventura en un mundo distópico cruel y desgarrador, en donde el valor de un personaje femenino extremadamente fuerte hará la diferencia para mejorar este mundo. El el conocido buenos muy buenos contra malos muy malos, el eterno Bien vs. Mal, pero con matices diferentes como para que no se note (tanto) En el epicentro de este mundo difícil se encuentra Katniss Everdeen, la heroína de turno, a quien una perfecta Jennifer Lawrence evoca con toda esa versatilidad que la caraceriza y que es dura cuando lo requiere, y tan sencilla, frágil y palpable que parece mentira que tenga tan sólo veinte años y sea capaz de transmitir tanto con tan poco. Es indescriptible lo acertado que estuvieron al acercarla al papel.
Volviendo un poco al trío Ross/Collins/Ray, los tres (re)construyeron el libro sin dejarse casi nada afuera; si bien en libro es por demás sencillo de leer, había ciertas cosas salidas de una imaginación furibunda, y la película logra adaptarlas correctamente: los escenarios futuristas combinados con la simpleza de los escenarios reales, los avances tecnológicos, la moda, etc. Con una duración bastante interesante (pensé que iba a durar 90 minutos y me sorprendieron con más de dos horas de metraje) la historia presenta a los personajes principales, los sigue durante su período de entrenamiento antes de los Juegos y finalmente, la recta final, con el evento propiamente dicho; todos los caminos conducen a la matanza sangrienta de estos jovencitos, pero el camino es bastante particular y explora muy bien a todos los personajes y nuevos escenarios, la mitología de este universo, antes de darle al espectador en bandeja lo que vino a ver.
Rodeando a Lawrence hay un gran elenco que sostiene una línea bien alta en cuanto a secundarios se refiere: el joven Josh Hutcherson sigue ascendiendo, en este caso como el apoyo masculino de Katniss en la arena de batalla (curiosamente, él es el que termina siendo defendido y no al revés, como suele suceder en cualquier película de acción/ciencia ficción) el hermano de Thor Liam Hemsworth tiene un papel pequeño pero a futuro, relevante, Woody Harrelson está genial como el borracho Haymitch (tomando un poco de inspiración de su último papel tragicómico en Zombieland), Elizabeth Banks la pega con su odiosa y superficial Effie Trinket, Lenny Kravitz sorprende gratamente con su estilista Cinna, y la lista sigue. Stanley Tucci es un presentador fervoroso, Wes Bentley es el carismático director de los actuales Juegos, Donald Sutherland es el poco agresivo Presidente (el libro lo pintaba mucho más cruel, pero creo que eso se deja ver más en los libros - peliculas - que siguen) y después están los Tributos de los otros Distritos, entre los que se destacan la adorable Rue de Amandla Stemberg, y los letales Cato y Clove de Alexander Ludwig e Isabelle Fuhrman, entre otros.
Mas allá del elenco absolutamente concentrado, la dirección de Gary Ross es sublime para alguien que nunca filmó una película de acción en toda su filmografía; puede que a muchos les ofusque su peculiar óptica para filmar los Juegos con una cámara movida todo el tiempo, pero es ése detalle que le aporta realismo y veracidad a la angustiosa situación dentro del campo de batalla. Creo que ni Cloverfield había tenido tanta cámara movida, y eso que era una película de metraje encontrado, y metraje encontrado y cámara movida son dos términos que van de la mano. Yo creo que el experimento le salió muy bien a Ross. Si a esto le agregamos una banda sonora sutil y lacrimosa de parte del siempre cumplidor James Newton Howard, el combo es perfecto.
Creo que Los Juegos del Hambre es una gran saga a seguir para aquellos que quedaron vacíos tras la ida de Harry Potter, y para lo que están cansados ya de los vampiros relucientes y chicas indecisas; tiene fuerza, tiene una historia atractiva, tiene personajes sólidos, tiene todo el combo necesario para atraer a los jóvenes como a los adultos. Y para los fanáticos, no hace falta que les diga más nada, acá tienen una película muy pero muy fiel.
Calificación: A-