Los Lakers sufren para doblegar a Houston. Boston le manda un recadito a Miami

Qué ganas teníamos de que empezara esto. Después de interminables meses de espera, por fin ha dado comienzo la regular season de la temporada 2010-2011 de la NBA, una temporada que se presenta apasionante, abierta y llena de alicientes. Y para abrir boca nada menos que dos partidos con un cartel inmejorable, con los Miami Heat de los Tres Amigos estrenándose en Boston y con los campeones abriendo el fuego ante unos Rockets muy mejorados.
En el encuentro que inauguraba el nuevo curso, la expectación era máxima para contemplar el enfrentamiento entre el Big Three de los Heat y el Big Three original que configuraron los Celtics hace tres años. Los Orgullosos Verdes demostraron desde el inicio que el camino de Miami hacia la excelencia no va a ser fácil, y que tendrán que mejorar mucho todavía para ser el equipo arrasador que se presupone. El parcial del primer cuarto (16-9) deja patente el nivel de intensidad del choque, traducida en desacierto por parte de ambos equipos, especialmente del bando visitante. Boston fue todo el encuentro por delante en el marcador, con ventajas que rozaban los veinte puntos y desquiciando a su rival. Mala noche para Dwyane Wade (que venía de disputar sólo tres minutos de pretemporada), que acabó con 13 puntos y 6 asistencias pero con una serie de 4 de 16 en tiros y 6 pérdidas. Y aún peor para Chris Bosh, autor de unos pírricos 8 puntos y 8 rebotes (3-11 en tiros) que debe mejorar muchísimo. Así, el que tiró del carro fue LeBron James (31 puntos), cuya canasta a falta de un minuto apretaba el marcador hasta tres puntos de diferencia (83-80). Pero entonces apareció Ray Allen y con un triple selló la victoria local por 88-80.
En los Celtics, con Shaquille O'Neal como pívot titular, Allen fue el máximo anotador con 20 puntos (5 triples) y le siguió Paul Pierce con 19 y 9 rebotes. Además, doble-doble de Kevin Garnett (10 puntos 10 rechaces), 17 asistencias de Rajon Rondo y aportación decisiva de Glen Davis desde el banco (13 puntos). Nueva demostración de casta de los Celtics, dejando claro que volverán a dar guerra; y toque de atención para unos Heat que deberán trabajar mucho para seguir mejorando y buscar alternativas a los tres grandes.
Cerrando la jornada, Houston Rockets rendía visita al Staples Center en la noche en la que Los Angeles Lakers recibían los Anillos que les acreditan como campeones de la temporada pasada. Como suele pasar, los partidos con celebración conllevan muchas dificultades en la pista, y así fue. Los Rockets fueron superiores en el primer tiempo, y los angelinos tuvieron que remontar hasta 14 puntos en la segunda mitad para alzarse con la victoria. Un triple de Steve Blake a falta de 18 segundos ponía el resultado final (112-110), pero antes los Lakers tuvieron que sudar tinta china. Partidazo de Pau Gasol (29 puntos y 11 rebotes) por encima de Kobe Bryant, autor de 27 puntos y 7 asistencias. Fueron claves Shannon Brown (16 puntos muy importantes) y el mencionado Blake, que anotó dos triples al final del tercer cuarto además de la canasta decisiva. En los Rockets, la mejor noticia es el regreso de Yao Ming ante el equipo contra el que se lesionó (9 puntos y 11 rebotes en 24 minutos). Los más destacados fueron Kevin Martin y Aaron Brooks, con 26 y 24 puntos respectivamente, mientras que Luis Scola se fue a los 18 puntos y 16 rebotes.
Por último, entre los dos partidos estelares se disputó un Portland-Phoenix que acabó con triunfo local por 106-92. Fue decisivo el acierto de los Blazers en el último cuarto, que se saldó con un parcial de 31-11 y que se cerró con un 16-1 que desarmó a unos Suns que habían mantenido el encuentro igualado. Steve Nash (26 puntos y 6 asistencias) y Jason Richardson (22 puntos y 6 rebotes) fueron los mejores en los de Arizona, mientras que en Portland fue clave el francés Nicolas Batum (19 puntos y 11 rebotes), autor de 11 puntos en el parcial que decidió el encuentro. Brandon Roy fue el máximo anotador del equipo con 24 puntos y 6 asistencias.