Tres días rastreando con el 4×4 el Parque Nacional de Etosha en Namibia. Jirafas, cebras, rinocerontes, bufalos, elefantes…. ni rastro de los leones. Y te preguntas ¿realmente existen los leones en África o es una estrategia de marketing para atraer visitantes? Hay quien dice que acaba de cruzarse con ellos, pero cuando llegas un minunto después ya no están. Unos alemanes te narran el encuentro con uno enorme y con melena, aunque no te enseñan ninguna foto que lo acredite…..raro, raro.
Cuando estás a punto de creerte que son una simple leyenda, como la del Yeti o el monstruo del Lago Ness, divisas a lo lejos buitres sobrevolando en círculos y varios coches parados. Una sonrisilla de esperanza asoma, aceleras para no perderte el espectáculo pero no demasiado, no vaya a ser que el ruido espante a las fieras. Mientras te acercas, vas pensando en esos documentales de La 2 que te has tragado antes del viaje y fabulas ya con una manada de felinos devorando una cebra. Anoche les oiste rugir cerca de la tienda de campaña, de modo que no pueden andar muy lejos. La ilusión se rie a carcajadas de ti antes de desaparecer por la ventanilla del todoterreno justo cuando ves a un diminuto zorro relamiéndose la sangre de su hocico mientras una recua de buitres esperan su turno.
De acuerdo, admitámoslo: los leones no existen.