Los mansos tienen su lidia

Por Francisco Picornell
Plaza de Toros de Sevilla. 2 de Mayo del 2011
Seis toros del Ventorrillo. Mansos, peligroso el primero. Chico el cuarto. Inválido el sexto.
El Juli.- Silencio. Palmas.
Perera.- Silencio tras aviso. Silencio.
Daniel Luque.- Silencio. Silencio.
Digo yo, a lo mejor de forme errada, que una figura del toreo –siempre ha sido así- debe poder con todos los toros. Si repasamos la historia del toreo, vemos que figuras como Joselito (el de verdad, no Pepito) y Domingo Ortega, eran toreros que podían con gran número de toros.
Sentada esta base, ya digo que a lo peor estoy equivocado, los toreros modernos no saben lidiar. Desconocen que los toros mansos también tienen su lidia. Me acuerdo ahora de uno que le salió a Pepito aquel dos de Mayo en Madrid, más manso que mi perro y con el que triunfó.
Al Juli le ha tocado en primer lugar un toro con peligro, no lo niego, pero también afirmo que quien viene a la feria de Sevilla con la marca de triunfador, debió estar mejor. Con el carretón, con la burra tonta todos están bien. Me dio la impresión de que no pudo con el toro. Estocada casi entera echándose fuera, trasera y perpendicular. Silencio.
Era chico el cuarto, se tapaba por los pitones. Picado muy trasero. Julianin, estuvo vulgar, citando al hilo del pitón, fuera de cacho, con la muleta retrasada, perfilero. Estocada trasera, perpendicular entrando a capón echándose fuera. Resulta curioso ver la forma que tiene de entrar a matar, copia de la que tenía Paco Ojeda. Veamos. Se perfila, entra a matar, pero antes del embroque, da un pasito a la izquierda –ya queda fuera- alarga el brazo al tiempo que lo levanta, da un salito y ¡¡zas! Espadazo con el estoque casi perpendicular al toro. Saludos desde el tercio.
Manso era el segundo. Salió suelto en los caballos. Me parece que Perera cometió el error de sacarlo a los medios, cuando lo lógico para un manso es darle las tablas. No lo hizo así. Tampoco supo templarlo, pues si el toro no tocaba la muleta pasaba. Dos pinchazos echándose fuera. Estocada corta y desprendida. Aviso. Silencio.
Al quinto no le hicieron sangre en varas ni para un análisis. Si no tocaba la muleta pasaba. Su matador, perfilero, fuera de cacho. Se pone pesado. El público se lo recrimina con pitos. Estocada baja y atravesada. Silencio.
Se aplaudió a Benito Quinta en el tercio de varas al tercero. Daniel Luque, el que siempre apunta y nunca dispara, le pone la muleta retrasada y da mantazos (mantazo: pase dado con la muleta sin ajustarse a las reglas del arte. Diccionario de tauromaquia de Espasa). Con la izquierda pasa algo mejor porque le deja la muleta en la cara. Luego dio otros mantazos muy aparentes. Cinco pinchazos, un bajonazo. Ello es debido a que al entrar a matar en vez de estirar el brazo lo echa para atrás como si fuera a tomar impulso. Silencio.
El sexto era un inválido que se protestó. Como se le protestó el atrevimiento de brindar esa porquería al público. No podía con el toro, con la izquierda la muleta retrasada, una muleta muy grande. Como se puso pesado el público se lo recrimina con pitos. Estocada trasera y perpendicular. Silencio.
Ya lo digo, debían aprender las figuritas o los diestros tenidos por tales a lidiar al toro según su condición y no a colocarle a todos la misma faena porque hay unos que la admiten y, entonces los indultan, otros no lo admiten.
Un saludo.