Fragmento del volumen Los masones del exilio: Crónicas e imágenes
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Fotografía tomada en México, en la cual aparecen el hermano Ávila y los que fueran Grandes Maestres de sus respectivas Obediencias: Lucio Martínez Gil, del Grande Oriente Español en el Exilio; Miguel Servera, del Gran Oriente Federal Argentino, y Rivera Pérez y Rincón Gallardo, de la Gran Logia Valle de México.El que fuera en repetidas ocasiones Gran Maestre del G.O.F.A., y también español, Miguel Servera, visitó en reiteradas oportunidades a Martínez Gil en México, como se aprecia en diversas fotografías y documentos, manteniendo una muy cordial relación con otras Potencias.
Revista masónica Verbum, Cuarta época, Año XVIII, Nº 40, Buenos Aires, Enero-abril de 1952.
Existió en los años 40 y 50 del siglo XX, desde México a la Argentina, una política de fraternidad y mutua relación entre Obediencias americanas y/o latinas de distintas vertientes. Esto provocó la reacción de la Gran Logia Unida de Inglaterra y su campaña de represión en Latino América para alinear y poner bajo su tutela a todas estas Potencias que desarrollaban una Masonería a su medida, dispuestas a unirse en bloque para afrontar sus problemáticas comunes.En México, el problema lo constituye Lucio Martínez Gil, al cual los franceses no dejaron reorganizar el Grande Oriente Español en Francia y se instala en el país del Norte. Allá quedó en aparente desventaja ante Enrique Barea, Gran Comendador del Supremo Consejo 33 en el exilio y José Armengol, este último Gran Maestre de la Gran Logia Española que quiso acreditarse la "Regularidad" y asimilarse a los cuerpos ya existentes en los países que los hospedaron (aunque manteniendo sus privilegios de grados y estructuras jerárquicas "en exilio").La discusión de fondo era por la supuesta invasión de la jurisdicción territorial que se le achaca a Martínez Gil al mantener un núcleo del Grande Oriente Español independiente. Jurisdicción territorial que por otro lado jamás respetó la misma Gran Logia Unida de Inglaterra en países de la región como Argentina, Brasil y Uruguay.Por eso en el período 1947-50 la Gran Logia de Inglaterra quiso destruir la Conferencia de Montevideo a la que acudieron como organizadores, entre otras 51 Potencias, el Gran Oriente Federal Argentino y el Grande Oriente Español y, en 1950, "excomulgó" a la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, por apoyarlos.El G.O.F.A., en toda su existencia (1935-1957), y hasta último momento, apoyó al G.O.E. en el exilio, y recordemos que las Logias del Grande Oriente Español (agrupadas en nuestro suelo bajo el nombre de Gran Logia Filial Hispano Argentina), fueron la base, aportando el 50 % de estructura, para constituir lo que sería la Gran Logia Nacional Argentina (1926-1932), algunas de cuyas Logias, a su vez, constituyeron el Gran Oriente Federal Argentino a partir de 1935. Estas dos Potencias opuestas al tronco histórico (aunque carente de unicidad en sus primeros 100 años de existencia), de la Masonería Regular anglosajona.Las siguientes entrevistas fueron realizadas en México y plantean el inacabable tema de la "Regularidad" masónica, pero esta vez generado en el seno de la Masonería española en el exilio. Los textos fueron reproducidos en la década de los años 40 por la revista El Nivel de extracción anglosajona y opuesta al Gran Oriente Federal Argentino - GOFA, Obediencia, como ya dije, que tenía íntima relación con el Grande Oriente Español bajo la Gran Maestría del Hermano Martínez Gil.La Gran Logia de la Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado aprovechó para hacer propaganda panfletaria contra el Grande Oriente Español en México y, de paso, atacar a sus aliados del Gran Oriente Federal en Argentina, que cobijó a los exiliados como Augusto Barcia Trelles, Manuel Blasco Garzón, Luis Jiménez de Asúa, Juan Manuel Iniesta, etc., Potencia Liberal que, en pocos años, ya en los primeros de su existencia, opacó el accionar de las Obediencias Regulares de la región.
Las entrevistas
Hablando con el Venerable Hno.´. (Hermano) José Fernández Armengol, Gran Maestro de la Gran Logia Española en el exilio (1).
Lo encontramos en el Orfeón Catalán, risueño y leyendo un número de El Monitor Masónico, por el cual siente un verdadero afecto. Para don Pepe, así le llaman todos los hermanos, los años no pasan. Goza de perfecta salud, es jovial en su charla, optimista por temperamento, y, como buen masón, ansioso de que llegue la feliz hora del triunfo de las democracias.
-¿Qué les trae por aquí?
-El cumplimiento de un deber.
-Si en algo puedo ayudarles.
-¿Se encuentra usted bien en México?
-Admirablemente. Aquí he encontrado apoyo, simpatías, consideraciones y afectos en todos los sectores. Por donde quiera que voy no encuentro más que veneración... (las lágrimas asoman en sus pupilas). Los hermanos mexicanos merecen mi gratitud, la primera virtud del masón.
-¿Cuál cree usted que debe ser la actuación de los hermanos españoles acogidos en México?
-Lo he dicho antes y lo repito ahora. Todos los hermanos refugiados en el continente americano tienen el deber de trabajar activamente sumándose a las logias regulares del país en que se encuentren y prestarles todo su calor y su apoyo en los trabajos.
-Así opinamos también los hermanos que integramos la redacción de El Monitor Masónico.
-Yo lamento que unos pocos, muy pocos afortunadamente, no lo entiendan así, pero confío en que en un no lejano día lleguen a comprender que solo con la regularidad masónica se puede hacer obra práctica y generosa.
-¿Cuántos años de vida masónica cuenta usted?
-Más de cincuenta y siempre en actividad. Vivir es actuar; la acción es la vida. Los hombres y las instituciones solo pueden subsistir a base de esfuerzo generoso y de impulso de pensamiento.
-¿Cómo ve el porvenir?
-Con optimismo insuperable. Los postulados de la Masonería se impondrán amorosamente apenas termine la terrible tragedia de la actual guerra de liberación de la humanidad. Caerán las dictaduras para no levantarse más y sobre sus cenizas brotará una sociedad más humana, más libre, más justa y más inteligente. Con el triunfo de las Democracias triunfará la Masonería, la institución más noble y más digna a los ojos de todos los hombres buenos, de todos aquellos que aman el bien por el bien mismo, en fin, de todos aquellos que anhelan el advenimiento de la confraternidad universal.
-¿Son muchos los hermanos españoles que trabajan en las logias regulares de México?
-Pasan de doscientos...
-¿De la Gran Logia Española?
-Y del Grande Oriente Español. Trabajan confundidos con los hermanos mexicanos y en armoniosa y fraternal colaboración. Yo entiendo que aquí en el exilio nos debemos todos a los organismos mexicanos, por solidaridad y para corresponder a la gratitud que les debemos. Repito, no debemos olvidar que la gratitud y la lealtad son las dos primeras virtudes que debe cultivar y practicar el buen masón.
-¿Quiere algo de los hermanos de El Monitor Masónico?
-Quiero hacerles patente mi gratitud por lo mucho que han hecho en pro de este viejo hermano y de los demás hermanos españoles. Dé, de mi parte, un fuerte abrazo fraternal a Alfonso Castro Loyo, Francisco César, Raúl Cordero Amador, José Garci Crespo, Luis J. Zalce, etc., etc.
-Así lo haremos.
Y con estas palabras nos despedimos de José Fernández Armengol, Gran Maestro de la Gran Logia Española en el exilio, cuya conducta e ideas nos sugieren este comentario: ¿Qué opinarán de aquella y de estas los HH.´. (Hermanos) Lucio Martínez Gil y la veintena de HH.´. del Grande Oriente Español en el exilio, que han olvidado que "la gratitud y la lealtad son las dos primeras virtudes que debe cultivar y practicar el masón?"
El Grande Oriente Español en el exilio recibió hospitalidad, espiritual y materialmente, de la Gran Logia Valle de México. La inmensa mayoría de sus miembros se afiliaron en diferentes Logias de Valle de México. Sólo Martínez Gil y su pequeño grupo, tras de disfrutar durante algún tiempo de la hospitalidad nuestra, invadieron la jurisdicción de la Gran Logia Valle de México y celebraron Tratados de Amistad con cuerpos irregulares como la Gran Logia Independiente de México y el Rito Nacional Mexicano.
Tan censurable conducta implica una triple deslealtad: como masones han faltado a la que deben a la Gran Logia Valle de México, como españoles, al contribuir a ahondar las divisiones existentes entre organismos mexicanos, al país que les dio abrigo; como Gran Maestro Don Lucio y como miembros del Gran Oriente Español en el exilio, quienes lo siguen, a la que le juraron a este, porque al invadir la jurisdicción de una Potencia Regular y al celebrar Tratados de Amistad con cuerpos irregulares, han hecho que el Grande Oriente Español en el exilio caiga en estado de irregularidad. De todo lo anterior corremos traslado a todas las Grandes Logias Regulares que, por ignorar estos antecedentes, aún sostengan relaciones fraternales con el Gran Oriente Español en el exilio para que sepan a qué atenerse.
*
Opiniones del Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Español Grado 33 en el exilio Il.´. (Ilustre) y Pod.´. (Poderoso) Her.´. (Hermano) Enrique Barea (2)
-¿Qué nos dice de los hermanos mexicanos?
-¡Son admirables! Nos han recibido como una madre recibe a sus hijos caídos en la desventura. Tanto el simbolismo como el filosofismo, nos han recibido digna y fraternalmente, no nos han regateado su solidaridad y afecto.
-¡Cumplieron con su deber!
-México es una tierra hermana que debemos amar sincera y ardorosamente, sin reservas, con intensa gratitud, porque en los momentos más críticos ha estado a nuestro lado. La España peregrina ama a México con toda su alma, con todo su corazón, porque aquí encontró lo que ingratamente en otras tierras se le negó.
-¿Trabajan activamente los hermanos españoles?
-Indudablemente. Los simbólicos trabajan en las Logias regulares de la Gran Logia Valle de México y los filosóficos en las Cámaras que actúan bajo los auspicios del Supremo Consejo de los Estados Unidos Mexicanos...
-Un pequeño grupo se ha incorporado a los cuerpos irregulares...
-No me hablen de las cosas irregulares. En Masonería no cabe más que la regularidad, que significa disciplina, comprensión, sabiduría y belleza. Bajo este cuadrilátero se refugia la verdadera alma masónica.
-¿Cómo ve el futuro, Ilustre Hermano?
-Creo en el triunfo pleno de las Naciones Unidas. De esta sangrienta conflagración brotará una vida nueva, una vida mejor, más justa, basada en la libertad, en el Derecho, en la Justicia y en la Fraternidad. En la estructuración de la naciente humanidad, de la nueva sociedad, la Masonería, nuestra Augusta Orden, influirá mucho.
-¿En todo el mundo?
-La Masonería no reconoce fronteras. Es un frente en favor de la civilización y de la felicidad de los pueblos, contra la opresión, contra la tiranía y contra la negación del derecho de libertad. Donde está la tiranía, allí va la Masonería, presentándose, unas veces con mandil y otras sin mandil, según lo exigen las circunstancias. Actuar siempre, porque vivir es actuar; porque la acción es vida. Los hombres y las instituciones sólo pueden subsistir a base de esfuerzo generoso y de impulso de pensamiento.
-¿Vive usted feliz?
-Tranquilo de conciencia, con la satisfacción del deber cumplido. En las horas más duras de mi vida siempre me he acordado de aquellas palabras de José Martí: "El deber es feliz, aunque no parezca, y cumplirlo puramente eleva el alma a un estado de perenne dulzura".
-El martilleo perenne es nuestro deber, ¿verdad?
-Exactamente. La Masonería es eterna. No es blanca espuma que deshace el viento, ni altiva cumbre que desafía las tempestades; no es blando cieno movedizo que se acomoda a las circunstancias, ni dura roca, indiferente y fría, que repele las ráfagas del pensamiento y las auroras de oro de la civilización... Es la Verdad, es la Razón, es la Democracia. Vive en los planos de la conciencia que rigen la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Su constante lucha es por la verdad, por la virtud, por el mejoramiento social, sin dejarse llevar por lo mezquino, por lo sectario, por lo pasional.
Reproducimos con íntima satisfacción estas sinceras opiniones, y destacamos los párrafos que se refieren a la masonería irregular, que tan exactamente interpretan nuestra propia manera de pensar sobre este particular, llamando la atención de los masones que en nuestro territorio se burlan de la regularidad masónica y caen, en consecuencia, bajo las sensatas apreciaciones que le merecen a este hermano la irregularidad de esos cuerpos.
Referencias
(1) De un reportaje publicado en la Revista El Monitor Masónico, de México. Reproducido en la Revista El Nivel, ógano oficial de la Gran Logia de la Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Año 2º, Buenos Aires, enero de 1944, Nº 10, pág. 276.
(2) De un reportaje publicado en la Revista El Monitor Masónico, de México. Reproducido en la Revista El Nivel, ógano oficial de la Gran Logia de la Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Año 2º, Buenos Aires, julio de 1944, Nº 16, pág. 430.