Estaba repasando uno de los libros de Julio Rey Pastor, La ciencia y la técnica en el descubrimiento de América, en la que el matemático riojano debate tanto sobre la ciencia en esos tiempos de Cristobal Colón como en las consecuencias que el descubrimiento tuvo para la propia ciencia, y me encontré con la sección que dedica a las matemáticas. Esta lectura ha motivado esta entrada, que es más que nada, una reflexión sobre la de Rey Pastor.
Julio Rey Pastor traza el panorama de las ciencias y las tecnologías, algunas bastante desarrolladas (construcción de barcos, cartografía, cosmografía, geodesia), y deja para el final a las Matemáticas. Sus primeras frases son elocuentes: “No fue nunca la ciencia pura predilecta de los españoles, que prefirireon estudiar las ciencias como medio y no como fin: la técnica antes que la ciencia; y en este sentido sería el pueblo hispánico el más consecuente herededro de la tradición romana.”
Julio Rey Pastor
Rey Pastor echa en falta la incorporación de las nuevas matemáticas, el álgebra, que ha venido desde la India vía los matemáticos árabes (que no se limitan a transmitirla sino que hacen contribuciones excepcionales), en la que la Escuela de Traductores de Toledo desempeña un papel esencial, pero que fructifican después en Italia y en Alemania, pero no en Francia y España, ancladas en las matemáticas clásicas de los griegos.
Pedro Ciruelo
Y se refiere a los “matemáticos españoles de la Sorbona” y a que no le extraña por tanto su éxito en esa universidad en los comienzos del siglo XVI. Esos matemáticos son primero Pedro Ciruelo y Juan Martínez Guijarro, desde 1500, y más tarde se incorporan Gaspar Lax, Miguel Francés y el portugués Álvaro Tomás. Efectivamente, Pedro Ciruelo marchó a la Sorbona en 1492 y allí scribió un tratado de Aritmética (Tractatus arithmeticae practice, 1495), retornando en 1502 a España donde terminó en la recién creada Universidad de Alcalá de Henares. Y Juan Martínez (Silíceo) se fue a estudiar a París en 1498, a los 21 años, llegando a ser profesor; volvió a Salamanca y se hizo sacerdote, llegando a ser nombrado cardenal (ahí tenemos a un cardenal matemático). También publicó su propia Ars Arithmetica, y en París.
Cardenal Silíceo
Gaspar Lax estudió primero en Zaragoza y luego en París, donde fue profesor, volviendo luego a Zaragoza. Allí tuvo como alumnos al famoso Miguel Servet, que era sobrino suyo, pero también a Juan Luis Vives. Es interesante el episodio de la contratación de Lax por la Universidad de Huesca, que lo fichó por varios años con unas condiciones económicas extraordinarias, tal era su fama. Como no, Lax escribió una Aritmética. Miguel Francés es otro de los estudiantes en París, luego fue profesor en Salamanca, y aunque de la altura matemática de los anteriores, su situación económica era la contraria a Lax, teniendo que aprobar la universidad en varias ocasiones subsidios excepcionales para ayudarle (aunque se sospecha que no era tan pobre como decía).
Gaspar Lax
Alváro Tomás (o Thomaz) fue un lisboeta que viajó a París a estudiar teología y matemáticas, famoso por su Liber de triplici motu, muy alabado por Rey Pastor, y relacionado con los llamados “calculadores de Oxford” y que abrieron parte del camino de Isaac Newton. A pesar de la consideración que tuvo en su época, Tomás es todavía muy desconocido tanto en Portugal como España.
Es sorprendente el elenco de mentes brillantes pasando por esa época por una universidad tan prestigiosa como la Sorbona de París, y esto merecería un estudio a fondo que actualice lo que uno puede encontrar disperso en artículos y obras a las que se puede aceder por internet. No tengo constancia de este estudio, y si algún lector tiene más información, le agradecería que me lo hiciera saber.
El juicio de Rey Pastor es quizás muy extremo, pero parece que lo que se dio en llamar el “Arte Mayor”, el Álgebra, no estaba en boga, aunque ya Luca Pacioli había publicado su “Summa” en 1494. Seguiremos investigando sobre este apasionante tema.
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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).