Tengo por costumbre pasarme por filmaffinity, cada vez que veo una película, para sondear que piensan los demás sobre la misma, si hay consenso general y si coincide la opinión de la mayoría con mi discutible criterio. No podía ser de otra forma con un título como "Los mercenarios 2", y no son pocos los que se han forjado el criterio de que la imagen que figura más arriba merecía la pena, aunque no se tuviera un guión demasiado brillante. Se tiene el concepto de que, homenajear a estos hombres de acción entre chistes malos, tiros y sangre, era suficiente justificación y que no se necesitaba ninguna virtud añadida. Yo no soy tan condescendiente, quizás porque un tipo como, por ejemplo, John Sturges, no reunió a Steve McQueen, Charles Bronson y James Coburn en películas del calibre de "Los siete magníficos" y "La gran evasión" por un afán de juntar figuras del cine como el que colecciona cromos de fútbol.
En líneas generales la historia, sin ser demasiado original, si que daría mucho más juego para desarrollar un guión más elaborado, con algo de más fuste, el suficiente para compensar el esfuerzo que supone reunir a una serie de figuras emblemáticas del cine de acción de los 80, algo que con los años será cada vez más difícil de repetir. Un argumento en tan precario desarrollo como el de "Los mercenarios 2", hace que parezca algo más plausible el de su primera entrega, que ya no era demasiado brillante, pero que si parecía tener una mayor consistencia en el dibujo de sus personajes. Si, ya se que la presentación de los mismos requería ese esfuerzo y que, una vez conocidos, no necesitan mayor atención, pero se echa de menos un mínimo de reposo en la adrenalina y algo de más pulso narrativo en ciertos momentos.
Y lo cierto es que la película tiene hallazgos muy aprovechables, como esa ciudad fantasma, una réplica de cualquier población de los Estados Unidos en suelo ruso, que los soviéticos utilizaban como escenario de hipotéticos asaltos en la guerra fría. Esa ambientación hubiera dado mucho más juego en otro desarrollo más ingenioso, aunque permite la aparición estelar de un Chuck Norris en forma de figura legendaria, aunque con cierto tono irónico con la música que le acompaña y chiste añadido. Van Damme se desenvuelve bien en su papel de malo y, aunque pareciera que existe cierta cordialidad profesional frente a sus oponentes, no guarda ningún código ético de formalismo profesional, algo que si dibujó de forma excepcional, y no podía ser de otra manera, Howard Hawks en "El Dorado", en la confrontación entre los pistoleros Cole Thornton (John Wayne) y Nelse McLeod (Christopher George). Pero tampoco le vamos a pedir peras al olmo. En cuanto a la chica de turno, intenta hacerse notar entre tanta testosterona, aunque tampoco pasará a la posteridad. Jet Li desaparece a las primeras de cambio y Dolph Lundgren sigue utilizando esa expresión de psicópata pasado de vueltas que tan bien le queda y que fue de lo mejor de la anterior entrega del 2010. Jason Statham se mantiene algo más discreto respecto al film original y se echa de menos al personaje interpretado por Mickey Rourke, que daba un sentido nostálgico al paso de los años y sus viejas heridas.
Otro problema añadido es cuando se reunen los tres grandes, Stallone, Willis y Schwarzenegger, que no parecen tomarse demasiado en serio sus intervenciones y, lo que podría ser un homenaje con cierta sorna, parece más bien una fiesta de pijamas de tipos duros, fiesta a la que parece que también se suman los encargados del doblaje. Es un acierto el no tomarse demasiado en serio a sí mismos, pero tampoco es cuestión de pasarse de frenada, algo que probablemente no harán cada uno de ellos en sus futuros proyectos en solitario. El director Simon West realiza su labor de forma eficiente, algo gris, sin demasiados destellos pero eficiente en las escenas de acción, muy deudoras en cuestión de sangre y vísceras del último Rambo.
En resumidas cuentas, homenajes todos los que quieran, bromas y auto parodias también, pero con un poco más de músculo narrativo. Merece la pena, después del esfuerzo de aunar tan loable reparto, reunir también algo de talento detrás de las cámaras.