Nada es lo que parece. Por la vereda del Carnaval se encadenan encuentros fugaces la mar de variopintos, a la vuelta de cada esquina del ritmo. Un guatifó repartiendo billetes, un fiscal del reino disfrazao de guardia municipal, un experto en turismo emulando a Pepe Botella, otro guía hamelín romancero del sol dentista en fila india, Paco, Celso y Altea, una prima de Canarias, un grillo tela de buena gente, compis de la mala vida, otro que pasaba por allí, una pacífica humorista de paisano y ¡los mineros de Chile en gira mundial! Tras su paso por Disneylandia y Jerusalén, vueltecita gaditana al rescate del humor enterrao por el vil parné. Los mineros chirigoteros son de Cadi-Cadi, pa qué nos vamos a engañar, pero la espontánea de la foto, coronada por la bandera de tan lindo rincón del mundo, es chilena, rima con Lorena y lo flipa con el popurrí de los huevones del Taka. Toquecito al Piñera incluido. El pañuelo es un mundo.