He hablado en numerosas ocasiones sobre la importancia de contar con un colchón financiero, que nos permita tener cierta tranquilidad ante imprevistos que puedan surgir y nos evite pagar intereses por el dinero prestado. Para algunas personas, esto resulta complicado, y máxime en la situación actual, en la que son muchos los que llegan con dificultad a fin de mes.
Debido a la crisis que vivimos, proliferan las ofertas de dinero rápido, en forma de minicréditos que prometen dinero al instante y sin papeleos. Los minicréditos suelen ser préstamos de hasta 600 euros, a devolver en un plazo máximo de un mes. Tras un breve análisis del cliente (puede durar unos diez minutos) algunas empresas conceden préstamos incluso sin nómina o sin aval.
Si estás sopesando recurrir a uno de estos préstamos, deberás tener en cuenta varias cuestiones. Para empezar, es conveniente analizar las empresas que los conceden, para ver quién hay detrás y qué opiniones suscita en la red. Una investigación previa en Internet nos puede hacer descartar a algunas entidades que incumplen lo que dicen o introducen cláusulas más abusivas en la letra pequeña.
No obstante, hay muchas ofertas que son serias (otra cuestión es el coste que pueda tener, como veremos); hay entidades, como por ejemplo, Solcredito, que pertenecen a la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF) o que son miembros del Instituto Nacional de Consumo. Otras, como por ejemplo Ferratum, son multinacionales que ofrecen sus soluciones de financiación en diversos países.
Como siempre reitero, es conveniente analizar las alternativas que tiene cada uno y recordar que siempre tenemos más de una opción, además de sopesar los pros y los contras.
Ventajas
Concesión rápida y relativamente sencilla, su porcentaje de concesiones es muy superior al de las entidades financieras tradicionales.
En algunos casos, se conceden mini préstamos a personas en ASNEF.
No suelen ser necesarios garantías ni avales.
Inconvenientes
Tienen un coste superior al del mercado.
Si rechazan la solicitud, no nos explicarán los motivos.
Se corre el riesgo de «acostumbrarse» a la facilidad que ofrecen (o quedar atrapado en su mecánica), pagando continuamente un elevado coste financiero.
Coste
Como ya se ha comentado, estos préstamos son para períodos muy cortos. Por lo tanto, para calcular el coste del préstamo debemos anualizar el coste, además de tener en cuenta las comisiones que nos cobren (por ejemplo, por apertura).
Ejemplo:
Préstamo: 100 €.
Período: 30 días.
Comisión de apertura: 10 €.
Intereses: 20 €.
En total, habríamos tenido un coste de 30 euros, por un préstamo de 100 euros a un mes. Es decir, un 30% mensual, que equivaldría a un 360% anual (30×12).
En muchos casos, estos préstamos se ofrecen como sin intereses, pero sí existen comisiones, con lo cual el coste sigue siendo elevado (en el ejemplo anterior, los 10 € de comisión serían un 10% de coste mensual, equivalente a un 120% anual). Al ser importes pequeños, parece que el coste es reducido, pero su TAE suele ser, como hemos visto, muy elevada.
¿Y TÚ, QUÉ OPINAS?