Los misterios de Eleusis (I): El ritual público.

Sostenido sobre el mito que relatamos en el anterior artículo vamos a ver como se desarrollará en Eleusis los Misterios más famosos de la Antigüedad. Dichos cultos eran denominados como “misterios” precisamente por la prohibición que impedía a los iniciados revelar los ritos de este culto. Éstos, de carácter esotérico, introducían, progresivamente, al fiel en el culto de las diosas de la fertilidad y en el secreto que les permitiría vivir más allá de la muerte. El triunfo de este tipo de prácticas es lógico si contemplamos las poco halagüeñas expectativas que ofrecía la religión griega oficial después de la muerte.
Pero, precisamente es este secretismo en torno a los misterios eleusinos el que no nos permite conocer de manera exacta como funcionaba el culto. A pesar de las dificultades para desentrañar las actividades que se realizaban en el santuario de Eleusis la arqueología y ciertas fuentes han permitido reconstruir, hasta cierto punto, el ceremonial, lo que se complementa con las hipótesis de diversos investigadores sobre las partes del rito que quedan silenciadas por dichas fuentes.

En torno al mes de marzo se celebraban en Eleusis los pequeños misterios. Éstos eran el primer paso de introducción en el culto de Deméter y Perséfone. Los iniciados realizaban una serie de ceremonias de purificación, lo que les posibilitaría, más adelante, participar en los grandes misterios. Se realizaban, éstos últimos, en torno a los meses de octubre y septiembre y duraban unos ocho días. Como dato significativo hay que señalar que eran admitidos en el culto mujeres y esclavos, excluidos de numerosas ceremonias de la religión “oficial”.
El primer día los sacerdotes y fieles al culto realizaban una procesión en la que se transportaban los objetos sagrados relacionados con los Misterios desde el Eleusinión de Atenas, templo situado en la acrópolis de esta ciudad, hacia Eleusis, que se encontraba a pocos kilómetros de la capital del Ática. El segundo día los fieles llevaban un lechón al mar, el cual lavaban, antes de su sacrificio. Dicho animal era un símbolo claro de fertilidad y se encontraba profundamente vinculado a la imagen de Deméter.
En el cuarto día el arconte basileus, uno de los magistrados más significativos de la ciudad de Atenas, realizaba un sacrificio. En el quinto día concluían las ceremonias públicas y daban comienzo los verdaderos misterios, tan impactantes que, al parecer, quedaban grabados a fuego en la mente de los asistentes. Poco tenía que ver el culto a las dos diosas realizado en el célebre santuario con el que les dispensaba la religión oficial…Mucho más en... http://selvadelolvido.blogspot.com/