Una investigación publicada en la revista científica Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, concluye que los niños con más tiempo para comer en el comedor escolar se alimentan mejor, existen más posibilidades de que incluyan en sus comidas productos como las frutas, la verdura o la leche. En cambio, cuanto más limitado es el tiempo para almorzar, menor es la probabilidad de elegir alguno de los alimentos citados.
Para los expertos existe una clara relación entre el tiempo para comer y la elección de alimentos y su consumo, al menos así se desprende de los resultados obtenidos. Se analizó a 1.001 niños de seis escuelas que contaban con un tiempo para comer de entre 20 y 30 minutos, los que contaban con 20 minutos o menos, tenían menos probabilidad (un 44’4%) de que eligieran fruta en su menú, en cambio, disponer de al menos 25 minutos incrementaba la probabilidad de elegir fruta (57’3%).
Estamos hablando de cinco minutos más, un corto espacio de tiempo que influye a la hora de decidir qué comer. Los expertos explican que con menos de 20 minutos para comer se reduce la probabilidad de elegir verdura en un 12%, un 10% en la elección de la leche y un 13% menos en la elección de fruta. Consideran que sería necesario ofrecer al menos 25 minutos para almorzar, ya que repercutiría en la dieta y por tanto en la salud, por otro lado se reduciría la cantidad de comida que los estudiantes tiran a la basura.
Al respecto merece la pena retomar la lectura de este estudio en el que se constataba que los niños de las escuelas estadounidenses tiraban demasiada fruta y verdura a la basura. En otro estudio se constataba que comer antes o después del recreo también influía en la cantidad de fruta y verdura que los niños consumían, como vemos, influyen varios factores a la hora de aumentar el consumo de estos alimentos en los niños.
Los expertos apuntan que también hay que tener en cuenta otros factores, como por ejemplo el tiempo que pierden haciendo cola para recoger su almuerzo o el rato que pasan hablando y relacionándose con otros compañeros. Con esto quieren decir que los escolares deberían contar con 25 minutos para disfrutar del almuerzo al margen de los tiempos perdidos por las causas indicadas. En esta investigación también se han utilizado los datos de otras investigaciones realizadas entre el año 2011 y 2012 sobre el consumo de alimentos en los colegios de Estados Unidos.
Se hicieron encuestas a los responsables de dar los almuerzos a los niños, un 44% de los encuestados aseguraron que los niños no contaban con suficiente tiempo para comer y que por ello se producía un mayor desperdicio de comida. En las encuestas realizadas a los estudiantes ocurre lo mismo, un alto porcentaje de niños consideraban que tenían poco tiempo para comer. Es evidente que son muchos los factores que influyen en la elección de los alimentos, siendo el tiempo para comer uno de los principales. Ahora se planea realizar nuevas investigaciones para ratificar los resultados y profundizar en la asociación tiempo de comida, elección de alimentos más saludables.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.
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Los niños con más tiempo para comer en el comedor escolar se alimentan mejor