En la mayoría de los casos se cree que si el niño se contagia de piojos hay que aislarlo y dejar de mandarlo a la escuela hasta solucionar el problema de la pediculosis, pero lo cierto es que los pediatras han advertido que se trata de una afección sumamente común que puede tanto prevenirse como tratarse con facilidad, sin que haya necesidad de apartar al niño de otros pequeños ni romper con sus rutinas y actividades diarias.
Aislar a un niño que tiene piojos no solo es ineficaz sino que es estigmatizante, por lo tanto no se debe exagerar en las prevenciones ni en el tratamiento como si se tratase de una infección grave, ya que se corre el riesgo de que el niño tenga repercusiones a nivel emotivo, se sienta excluido, triste y diferente. Todo esto es una nueva campaña de recomendaciones que ha emitido el Centro de Información de la Pediculosis para revertir el proceso convencional que desarrollan las familias en el caso de que un niño se contagie de piojos, según indica la encuesta Filvit sobre Pediculosis que fue realizada en conjunto con la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria.
Según las respuestas de los ciudadanos 3 de cada 10 padres asegura que no mandaría a sus hijos a la escuela si se contagiaran de piojos o si alguno de sus compañero tuviera pediculosis, eso también es compartido por algunas asociaciones que recomiendan la exclusión temporal en la casa del niño que tenga piojos o liendres, para volver al colegio y a sus actividades cuando el problema haya desaparecido, pero aún así ciertas instituciones científicas abogan que esa estrategia es negativa e ineficiente, recomendando en cambio emprender un tratamiento sin intervenir en las rutinas de los niños.
Los especialistas indican que lo mejor es prevenir el contagio de piojos aplicando un pediculicida de dispensación farmacéutica siguiendo las indicaciones del fabricante, y realizar una revisión diaria del cabello de los niños con un peine fino para quitar los piojos y las liendres que pudiera haber. Así mismo un estudio argentino recientemente ha demostrado que aplicar este tipo de tratamientos de forma preventiva a todos los niños del aula es sumamente más efectivo que hacerlo de forma individual solamente en el niño afectado. Los especialistas recomiendan volver a repetir el tratamiento a los 7 días de la primera aplicación, de esa manera se contempla el ciclo de crecimiento del piojo en todas sus estancias: liendre, larva y adulto con capacidad reproductiva.
Paula Aguilera, del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona, indica:
“El alumno no tiene por qué faltar a clase si ha sido tratado y el entorno se ha protegido con un tratamiento protector”…”los piojos no son un motivo de vergüenza, ya que afectan a todas las clases sociales por igual y no tienen relación con la higiene, como muchas personas creen”.
Vía | ABC
Foto | Blog de farmacia
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Los niños con piojos no deben faltar a clases