Niños que miran mucha TV
Bien se sabe que la exposición a la televisión puede llegar a ser sumamente negativa durante la infancia, ya que los niños necesitan prestar atención a otras actividades que involucren el ejercicio físico o el uso de sus habilidades mentales, como la lectura o los juegos de ingenio. De hecho se conocen varios puntos negativos que surgen del uso excesivo de la TV en la vida infantil, por ejemplo el hecho de que los pequeños que la miran antes de irse a dormir pueden tener trastornos del sueño o insomnio.
Ver la televisión antes de la hora de ir a la cama puede significar para el niño una dificultad posterior para tratar de conciliar el sueño y caer dormido tal y como su cuerpo lo necesita, por lo tanto las horas de sueño se reducen, el pequeño queda cansado para el día siguiente y su desarrollo se ve perjudicado, como detalla el nuevo estudio desarrollado por la Academia Estadounidense de Pediatría, que tiene su sede en Chicago.
La investigación ha sido titulada como “Actividades previas y tiempo de inicio del sueño en los niños”, y ha determinado que existe una relación entre la exposición de niños y adolescentes al televisor y un menor descanso por la noche, algo que ha confirmado Louise S. Foley, de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda quien ha estado a cargo del trabajo que ha contado con la participación de un total de 17 mil niños y adolescentes de entre 5 a 18 años de edad.
Lo que se hizo fue realizar un seguimiento de las rutinas de los participantes 90 minutos antes del momento en el que iniciaban el sueño por las noches, teniendo en cuenta hasta lo que comían, sus preparativos para irse a la cama y sus actividades, ya sean leer, hacer la tarea, jugar videojuegos, escuchar música o mirar la televisión.
Las actividades se pudieron dividir en tres grupos a partir de eso, el tiempo sedentario era el que pasaban frente al televisor, el tiempo sedentario fuera de la pantalla y las actividades de cuidado personal antes de meterse en la cama. Luego se vinculó el tipo de comportamiento con cuatro categorías de aparición de sueño posterior, ya sea muy temprano, temprano, tarde o muy tarde.
La mayoría de los niños participantes tenían a la televisión como su compañera de actividades antes de irse a dormir, en un rango de 30 a 90 minutos antes de acostarse. Se descubrió que estos eran lo que más tardaban en dormirse, comparados a los que no miraban televisión que se dormían más temprano. La resolución es que reducir el tiempo que los niños pasan frente a la pantalla puede ayudarlos a tener un mejor descanso y por lo tanto mayor energía al día siguiente.
Vía | El siglo de torreón
Foto | Jean et Melo
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Los niños duermen mal si ven televisión de noche