En los últimos días Unicef ha presentado su informe denominado “Bienestar infantil en los países ricos, un panorama comparativo”, en el que se ha analizado la forma en el que los menores de edad en países del mundo desarrollado son capaces de interpretar que son víctimas de acoso escolar, arrojando datos que han revelado que los niños españoles son los menos propensos a darse cuenta de ese abuso y a reconocer el maltrato.
El informe se encargó de analizar el porcentaje de niños entre 11, 13 y 15 años que reconocen el acoso y el maltrato del que pueden ser víctimas ellos o sus compañeros, lo que dio a conocer que en países como Italia, Suecia y España los niños tienen un bajo rendimiento a la hora de reconocer que han sufrido de acoso en su ámbito escolar por lo menos una vez durante los últimos meses.
Lo que también ha llamado la atención es que pese a que los niños españoles se encuentran entre los menos informados para reconocer el maltrato, España se posiciona de igual forma como el único país en el que los niños encuestados se confiesa de haber participado en una pelea por lo menos una vez durante el último año, en un porcentaje que supera el 50% de los casos.
En los últimos tiempos se le ha dado mucha atención a los casos de acoso escolar, a las herramientas para trabajar con niños maltratados, y a la educación que necesitan para ser capaces de reconocer el maltrato y solicitar la ayuda correspondiente, ya que junto con el aumento de casos de bullying como tendencia, también se ha remarcado el aumento de casos de suicidio infantil a raíz de estos problemas que en muchos casos los niños soportan en la mas terrible soledad.
Sobre este tema el psicólogo educativo Jesús Ramírez que actualmente trabaja en el departamento de Orientación del colegio Fuentelarreyna en la ciudad de Madrid, ha explicado que cada vez se detecta una mayor cantidad de casos de acoso escolar entre niños iguales entre si y a edades cada vez más tempranas, un fenómeno que atenta contra el sano desarrollo de la infancia, desde ambos lados del problema.
“desde el colegio es muy difícil de detectar porque los agresores suelen actuar en lugares y momentos en que saben que no son observados y aleccionan bien a sus víctimas para que no cuenten nada”.
En muchos casos los niños no suelen darse cuenta que son víctimas de acoso, ya que el fenómeno no tiene formato de golpiza sino más bien de arrinconamiento o empujón, pero lo cierto es que esta situación se va saliendo de control poco a poco, el abusivo actúa trabajando el autoestima y el control de situaciones de la víctima, la va asustando hasta conseguir vencerla por completo a nivel físico, mental y sobre todo emotivo.
Unicef ha remarcado la importancia que tienen padres y profesores a la hora de regular estas conductas, tanto en niños con tendencia a ser violentos, como con aquellos que pueden estar siendo víctimas de acoso ya que en especial estos últimos, pueden estar viviendo un infierno que no pueden controlar y que los puede exponer a desarrollar problemas graves como la depresión y el absentismo, entre otras cosas.
“Decimos que un estudiante sufre acoso escolar cuando otro estudiante o grupo de estudiantes le dice y hace cosas malas o desagradables”…”También es acoso escolar cuando un alumno es repetidamente objeto de burla de una forma que no le gusta o si se le margina deliberadamente. Pero no es acoso escolar cuando dos alumnos con una fuerza o energía similares pelean o discuten. Tampoco es acoso escolar si la burla se realiza de una forma amistosa o como parte del juego”.
Vía | La Razón
Foto | giovanni_giusti
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Los niños españoles están entre los últimos en todo el mundo en reconocer el acoso escolar