¿Sabías que la mitad de los niños españoles juega menos de una hora al día al aire libre? Según una encuesta realiza por la ONG Ayuda en Acción, uno de cada dos niños no pasa suficiente tiempo al aire libre.
En este impactante anuncio publicitario, en una cárcel de máxima seguridad de EEUU, podemos ver que los presos tienen dos horas al aire libre cada día. En una entrevista real, ellos explican la importancia que tienen esas dos horas en su vida. Cuando se enteran de que los niños juegan de media en la calle menos de una hora, se quedan asombrados y, sobre todo, tristes. Con esta publicidad, la marca Skip se ha unido a Ayuda en Acción para fomentar unos cambios en nuestros hábitos de vida y en las rutinas de los más pequeños.
El juego es fundamental para el desarrollo personal y el fututo de nuestros hijos. Y desde luego, este juego debería ser al aire libre en mayor medida. Vivimos inmersos en una sociedad cada vez enganchada a dispositivos móviles, televisiones y videojuegos. Tanta tecnología impide a nuestros hijos sociabilizar, además de fomentar el sedentarismo. Este estilo de vida sedentario conlleva riesgos para la salud, como la obesidad y el riesgo de patologías cardiovasculares en la edad adulta. Además, la falta de relaciones con otros miembros del entorno impide su desarrollo personal, su creatividad, su imaginación.
Recuerdo mi infancia. Me pasaba horas en la calle, jugando con los niños del barrio en un parque detrás de mi casa. Corríamos, saltábamos, jugaba a la comba y a la goma, compartíamos meriendas y risas. Mi madre me esperaba con la bañera preparada, lógico, después de tanto juego había que lavarse. Y disfrutábamos. Y sí, muchas veces nos caíamos, nos hacíamos daño, pero ahí seguíamos, con una tirita y muchas ganas de seguir.
Los padres somos conscientes de los beneficios que tienen para nuestros hijos jugar en la calle, pero a pesar de eso, casi la mitad de los niños juega menos de una hora al día. Los horarios de trabajo, la cantidad de horas que pasan en el colegio, las actividades extraescolares, los deberes, las prisas que tenemos cuando llegamos a casa, todo eso impide que nuestros hijos disfruten lo que deberían. Jugar y ensuciarse es fundamental para su crecimiento, compartir juegos con otros niños fomenta sus habilidades sociales, les hace aprender a relacionarse, además de hacer ejercicio físico, muy beneficioso para su salud.
Hoy 6 de octubre, ambas empresas han puesto en marcha el Día de clases al aire libre. Una iniciativa a la que se han unido ya más de 180 colegios españoles y que se celebra en muchos países europeos. Ayuda en Acción ofrece recursos educativos y materiales adaptados a las distintas etapas de educación infantil y primaria para poder pasar un día lectivo en la calle. Un programa educativo que converge con el currículo escolar español, con juegos y actividades de distintas materias, que se podrán llevar a cabo íntegramente al aire libre. ¿Sabías que, en algunas grandes ciudades, hay colegios que ni siquiera tienen un patio abierto? Las horas de recreo las pasan en recintos cerrado.
Pero no todo termina hoy. Tras esta campaña, pretenden seguir fomentando el ocio al aire libre, la implicación de los padres en los juegos con los hijos. Ensuciarse es bueno es el nombre de la campaña para concienciar a la sociedad y, sobre todo, a los padres, de que los niños necesitan jugar, explorar, divertirse y aprender por medio del juego de manera saludable, no sentados delante de pantallas.
Es cierto que muchas veces no nos queda más remedio que dejar a nuestros hijos a actividades extraescolares, para compatibilizar la jornada laboral de los padres con la de los hijos (ya sabemos que esto de la conciliación no existe). Pero podemos intentar cambiar un poco nuestra visión. En vez de tantas clases de idiomas, de música, de refuerzo académico, podíamos apuntarles a clases deportivas en la calle. Muchas veces los padres nos empeñamos en que nuestros hijos sean los más listos y preparados del mundo, pero olvidamos que son niños y que su principal preocupación en el mundo debería ser divertirse.
Nosotros tenemos suerte. En mi caso sí he conseguido conciliar y todas las tardes estamos juntos. A la menor oportunidad estamos en la calle, jugando en el barrio. Incluso los días de lluvia, saltamos en los charcos. ¡Qué importan las manchas! Una vez subimos, la ropa a la lavadora y la niña a la ducha (aunque a veces me pregunto si no debería ser al revés). Sara está creciendo en un barrio rodeada de amigos a los que ve cada día, con los que juega a la menor oportunidad y con los que también se pelea, está claro, pero es una forma más de aprendizaje.
Y tus hijos ¿Cuánto rato pasan en la calle cada día?