Los niños son piezas importantes para los cambios de una sociedad

Un investigador de la Escuela de Psicología de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) explica que los niños son piezas importantes para los cambios de una sociedad, representan a los ciudadanos y consumidores del futuro que desarrollarán actitudes y tomarán decisiones que afectarán al medio ambiente. Por ello es muy importante empezar a educar a los niños desde pequeños, instaurando en ellos la conciencia ecológica, el cuidado del medio ambiente y la biodiversidad, con ello se puede lograr a corto plazo cambios significativos que ayuden a preservar el planeta.

Los niños son actualmente una herramienta de cambio, no es necesario esperar a que crezcan para ver los resultados de la educación medioambiental. En el ámbito de los desperdicios o desechos marinos, un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Plymouth concluye que los niños juegan un papel importante y actual en las soluciones para reducir la cantidad de basura que termina irremediablemente en los mares y océanos de nuestro planeta.
En esta investigación se trató de evaluar la comprensión que tenían los niños sobre los desechos marinos y sus consecuencias, el impacto que tendría una actividad educativa cuya finalidad sería que los niños adquiriesen conciencia del problema, provocando en ellos un cambio de actitud y la promoción de una mayor acción para reducir el volumen de residuos que se generan, especialmente plásticos.

¿Por qué plásticos?, porque es un tipo de residuo que aumenta cada año de forma significativa, a los océanos se vierten más de 245 millones de toneladas métricas de plástico en diferentes formatos, el impacto medioambiental es enorme, al respecto os recomendamos leer este artículo publicado en Green Facts. En el estudio participaron 176 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 13 años, asistieron a un evento educativo en el National Marine Aquarium.

Los niños rellenaron un cuestionario antes y después de participar en este evento educativo, con él los investigadores evaluaron si la actitud y comportamiento de los niños había cambiado a consecuencia de lo que habían aprendido en este evento educativo realizado en el acuario. También se evaluó cómo podrían ser parte de la solución en el futuro para reducir el volumen de desperdicios que acaban en los ecosistemas marinos.

Los resultados mostraron que el impacto que tiene una actividad educativa diseñada para incrementar la conciencia medioambiental es alta, logró que los niños se mostraran más preocupados por el problema existente en el medio marino, cambió la percepción que tenían acerca de los residuos y las soluciones que se podían adoptar, mejoró el conocimiento sobre las posibles fuentes de desperdicios, etc. Pero hay más, estos niños empezaron a alentar a familiares y amigos para que adoptaran una conducta más respetuosa con el medio ambiente, reduciendo el volumen de basura, reciclando, reutilizando, adquiriendo productos con envases biodegradables, etc.

Esto prueba que las actividades educativas relacionadas con el medio ambiente son muy positivas, representan un gran paso hacia adelante para trabajar en la reducción de los desechos y evitar que éstos lleguen al océano. Los investigadores explican que los cambios para mejorar la salud medioambiental del planeta obligan a realizar una acción colectiva en la que participen consumidores, empresas y gobiernos, pero para ello es necesario empezar a sembrar en los niños esa semilla que se llama cuidado del planeta. Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Plymouth.

Foto | Vadim5241

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