Cada vez son más los colectivos que se unen a los indignados, si ya conocíamos bien a los jóvenes, sanitarios, parados, educadores, yayo-flautas, preferentistas, desahuciados, dependientes, científicos… a los que hemos visto gritar tanto por nuestros derechos y bienestar social, hoy queremos sumar un colectivo que suele pasar demasiado desapercibido, pero que a juzgar por los siguientes vídeos tiene mucho que decir: LOS NIÑOS.
Algunos piensan que los niños que participan en estos vídeos están siendo utilizados por padres, profesores, asociaciones, medios de comunicación… pero yo creo que los niños no son tontos y se dan cuenta de lo que está pasando. Puede que no lo entiendan del todo, y que repitan frases que oyen de sus padres, de profesores o de la tele sin saber muy bien lo que están diciendo, pero sí que se dan cuenta de que las cosas a su alrededor no están bien y creo que también tienen derecho a decirlo.
Recuerdo que cuando era pequeña y veía los anuncios de UNICEF, sabía perfectamente que lo que estaban pasando esos niños no estaba bien, aunque no entendiese el porqué (de hecho, a día de hoy, sigo sin entender que los niños se mueran de hambre con la cantidad de comida que se produce y se tira en el mundo) y yo quería ayudarles y por eso les pedía a mis padres que me comprasen la mochila de UNICEF en vez de la de NIKE, y participé en un recital de poesía para recaudar fondos para UNICEF. Y echando la vista atrás, no pienso que me estuviesen utilizando, por supuesto que estaba influenciada por los mensajes que venían de mi alrededor ¿pero alguien no lo está?
Desde mi punto de vista, no está mal que los niños hagan vídeos en los que muestren sus opiniones sobre lo que están pasando. Lo importante es que las instituciones y organismos encargados de defender a los derechos de los menores garanticen que los niños no hayan sido obligados a ello, que no estén repitiendo como loros un guión en el que no han participado o que se manipule con la post-producción lo que han dicho…
Son los niños de hoy en día los que más van a sufrir las consecuencias a largo plazo de esta crisis, por lo que tienen todo el derecho del mundo a opinar sobre ella y a pedirnos a los adultos que hagamos algo para darles el futuro que se merecen.