Los alimentos contienen sustancias llamadas nutrientes: proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales. De ellos depende nuetra vida; ellos nos proporcionan energía y nos permiten crecer. Aprendamos a aprovecharlos sabiamente.
Mezclar hidratos de carbono con proteínas hace mal. FALSONuestro cuerpo, con su maravillosa composición, está preparado para digerir varios nutrientes de distinto tipo almismo tiempo.Es más, en la naturaleza encontramos alimentos poseedores de varios nutrientes a la vez, como por ejemplo, la leche. Por eso, combinar nutrientes (hidratos con proteínas, por ejemplo) no solo no hace mal, sino que es aconsejable.
Si consumo muchos dulces engordo porque se transforman en grasas. VERDADEROLos hidratos de carbono-junto con las grasas- son los principales proveedores de energía y el combustible necesario para el sistema nervioso central. Su adecuado consumo auida a conservar las proteínas del organismo que cumplan sus funciones. Pero cuando se consumen más de los necesarios, el cuerpo los guarda en el hígado como reserva y los almacena como grasa en el tejido adiposo.
La miel es más sala que el azúcar. FALSOAl contrario de lo que indica la creencia popular, no reporta ninguna ventaja nutricional elegir la miel (hidrato de carbono). Como es conentrada, en realidad tiene más sacarosa que el azúcar de mesa.
La carne roja no alimenta tanto como la carne blanca. FALSOLas carnes rojas y blancas son fuente principal de proteínas. Estos nutrientes son necesarios para el crecimiento y el desarrollo. Necesitamos proteínas en todas las etapas de la vida, tanto para reparar tejidos dañados como también para reemplazar tejidos envejecidos. Una dieta alta en proteínas animales proporcionará al organismo los aminoácidos indispensables.Además de las carnes, también son fuentes de proteínas el huevo, la leche y los productos lácteos. De origen vegetal, principalmente las legumbres.