Revista Cine

Los ojos de Julia, excelente y moderno terror clásico

Publicado el 16 noviembre 2010 por Carmelo @carmelogt

No entiendo algunas críticas negativas que ha tenido esta película. Porque se trata de terror del bueno. No sé si la gente piensa que una película es mejor cuanto más complicada de entender es. Y además, todos aquellos que la acusan de previsible, ¿estaban tan seguros de que la hija del vecino no era la sicópata invisible? Seguro que no. Y les recuerdo que cuando eso se descubre falta apenas un cuarto de hora para el final, si no me equivoco mucho.
Los ojos de Julia reúne todas las reglas del cine de terror clásico para hacer de ella una moderna obra de terror. Algunos dirán que se repiten los tópicos, pero es que ¿acaso no se repiten en una película que la crítica ha endiosado llamada Origen? (Y no es que tenga nada especial contra ella, sólo que, para mí, de obra maestra, nada).
Pero, seamos sinceros, ¿cuánto miras el reloj en Los ojos de Julia? Casi nada. Porque te atrapa de principio a fin, porque cuando se descubre quien es el asesino, el director, Guillem Morales, tiene la habilidad de crear tensión con escenas muy logradas (el cuchillo afilado ante los ojos de Julia, la cuerda que Julia conoce, la pantalla en negro cuando se despierta; la madre de Iván defendiendo a su hijo, la policía que no se entera). Todo ello crea ansiedad, incertidumbre, estrés, sustos y todo lo que requiere una película “de miedo”. Con otras cintas de este año, algunas muy alabadas, no sientes casi nada, ni te inmutas, y estás preguntándote cuándo va a finalizar. Y no voy a decir nombres, para no crear polémica.
Ojo con los ojos de Julia, que es magnífica en su género, y no hay que perder de vista que el terror tiene que ser lo que es, o sea, sobresalto, sospechas, sospechosos que dejan de serlo, nuevos sospechosos, intriga, oscuridad y pánico. Y quien no haya sentido esto con Los ojos de Julia es porque estaba enredando con sus compañeros de asiento o comiendo palomitas.
A ver, también dirán algunos que no pasará a la historia del cine, y probablemente es así, pero en su primer visionado el espectador está más inquieto en su butaca que con “Todo lo que tú quieras”, por ejemplo. Y mira que me gustó, y mira que es bueno el Achero, y mira que seguramente con los años su película se recordará. Pero una cosa es una cosa y otra es otra (me estoy luciendo con frases como ésta). Lo que quiero hacer ver es que la de Mañas es una obra de calado social y la otra una de terror que trata de eso, de dar sustos y mantenerte en vilo, aunque para ello utilice algunos efectos o trucos de cámara, digamos, recurrentes en este género.
Independientemente de todo lo que he dicho, no pretendo que estéis o dejéis de estar de acuerdo conmigo. Sé que hay gente que la critica mucho y gente que le ha gustado. Yo soy de los últimos, simplemente. Y tampoco debo ser tan bicho raro, por las cifras taquilleras de Los ojos de Julia.
Ah, y Belén Rueda está extraordinaria, hasta el punto de que se ha consagrado en este tipo de papeles. Claro, algunos dicen que se ha encasillado. Me rio yo de los encasillamientos de algunos actores que les proporcionan premio tras premio. Y, por Dios, ¿quién no se encasilla en el mundo del cine?

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