Sólo con decir “Dragon Ball” o “Bola de Dragón“, es muy posible que cualquier persona entre 20 y 50 años en Japón, Estados Unidos y buena parte de Europa sepa de que estoy hablando. Quizá hayan seguido de cerca sus publicaciones en cómic y televisión, quizá son más jóvenes y vieron una reposición, o simplemente acompañaron a sus hijos durante aquellos años. Y es que cuando hablamos de esta serie, quizá lo estemos haciendo de la más laureada del género Shonen.
Lo que quizá ya no tantos recuerden, es su origen. Y es que aunque quedó muy atrás y, a veces, tiende a señalarse a la serie como una simple colección de peleas de artes marciales en cadena, lo que inspiró originalmente a su autor, Akira Toriyama, fue otra novela china llamada Peregrinación al Oeste, en la que aparecía un personaje llamado Su Wukong (el Rey Mono). Tanto es así que otro de los personajes de la novela llamado Zhu Wuneng era un cerdo monstruoso en el que se basa Oolong (el cerdo que tenía la capacidad de transformarse). Además, en la novela china estos personajes acompañaban a un monje budista. En Dragon Ball, la peregrina en cuestión sería Bulma en su búsqueda de las esferas mágicas. El paralelismo es bastante obvio.
Ahora bien, la serie se hizo tan popular, que Akira no tuvo más remedio que alargarla, y su “Rey Mono” particular tuvo que seguir buscando durante años las bolas de dragón y enfrentándose a peligros cada vez mayores, llegando a enfrentarse con el propio Diablo (Piccolo). Y una vez llegados aquí, o das un giro de tuerca a la trama, o no hay por donde continuarla. De tal modo que surgió Dragon Ball Z, y no sólo Goku se convirtió en un extraterrestre que renegaba de sus verdaderos y crueles orígenes, sino que el anterior demonio tenía que dejar de serlo y convertirse en otra especie alienígena. Esto conllevó a que la serie se centrase en tours extraterrestres y en el poder combativo de los personajes, pero la maestría de Akira permitió que las bolas de dragón siguieran teniendo su importancia, al menos hasta la mitad de la serie. En este punto, y tras haber derrotado a sus congéneres, Goku tuvo que luchar contra un tirano espacial llamado Freezer que aseguraba ser el más poderoso del universo. El combate fue probablemente el más épico de todos los tiempos. Al menos en el mundo de Dragon Ball.
Y por eso me permito parar y remitir al titular…¿donde quedó la Leyenda del Rey Mono? Estábamos metidos en todo un Star Wars.
En cualquier caso la serie continuó durante casi 150 capítulos más en 2 sagas, y por si no era suficiente tuvo una secuela llamada Dragon Ball GT. Esta última parte se hizo directamente en animación (sin manga), con la supervisión pero no creación del genio Toriyama. Sería injusto decir que pasó sin pena, gloria, pero cierto es que no fue tan laureada como las anteriores.
Los fans han pedido en multitud de ocasiones su contiuación, e incluso surgió el rumor de una supuesta Dragon Ball AF de la que publicaron ilustraciones, pero que también estaban realizadas por los seguidores.
Aun así, Dragon Ball sigue viva. Los fans no dejan de publicar sitios web relacionados con la serie en internet. Y aprovecho para comentar que tanto en LBM Dragon Ball Z, como en otros sitios amigos en español, hablamos de todos los detalles presentes, pasados y futuros.
También prácticamente cada año se publica algún nuevo videojuego en diferentes plataformas. En 2009 el cine americano realizó la película Dragon Ball Evolution, aunque fue el mayor fiasco relacionado con la serie. Actualmente, se está emitiendo en varios países Dragon Ball Z Kai, un remake de la serie con muchas correcciones, a la que además se le ha quitado el relleno que caracteriza a las series de Anime.
ARTÍCULO FIRMADO POR SANTIAGO CUENCA
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