Revista Cultura y Ocio
A nadie se le escapa la fascinación que despertó en el propio Hitler y en algunos jerarcas nazis el tema del ocultismo. Pero este no es un elemento que surja de la nada, sino que hunde sus raíces en el período inmediatamente anterior al ascenso del nazismo, con algunas manifestaciones tan significativas como la de la denominada sociedad Thule.
A pesar de lo que se ha escrito sobre esta sociedad secreta fundada por Rudolf von Sebottendorf, no hay que entenderla como un elemento único de la Alemania posterior a la Gran Guerra sino que, en realidad, entronca con una tradición esotérica que era bastante más frecuente en la época de lo que se cree comúnmente.
La sociedad se dedicaba al estudio del pasado alemán, dentro de una tendencia muy común desde el siglo XIX, cuando el Romanticismo puso de relieve el folklore y carácter particular del pueblo alemán. Resaltaban, en sus estudios, todo aquello que señalaba lo diferenciado y superior que era este país con respecto al del resto de Europa. A esto hay que unir una serie de creencias basadas en el desarrollo de un “neopaganismo”, surgido de una unión de las más diversas tradiciones, cuyo último fin era exaltar la visión del pueblo alemán y resaltar su cohesión.
La atracción ejercida por esta sociedad en el pueblo alemán a causa de sus ideas racistas y su tendencia a engrandecer la historia de Alemania tras la humillación que suponía el Tratado de Versalles fue muy grande. Todo ello unido al misterio que envolvía a esta sociedad secreta llevó a un rápido ascenso de la sociedad Thule, que se hizo bastante popular en los años anteriores al ascenso del nazismo.
A pesar de que la propia sociedad fue disuelta con el ascenso de Hitler al poder, por ser considerada peligrosa, es clara la influencia que ésta ejerció sobre medidas posteriores, como es el caso de la creación de la Ahnenerbe, sociedad incluida dentro de las SS que se encargó de la realización de estudios esotéricos y caza de reliquias para el Reich , pudiendo ser considerada como la heredera directa de la sociedad Thule.
Sin duda alguna, el ascenso y auge de la sociedad Thule nos permite explicar y comprender mucho mejor el desarrollo de la mentalidad de un movimiento posterior como es el nazismo, el cual tomo como propias , en buena medida, parte de las ideas y la simbología (la famosa esvástica, que no es más que un signo solar bastante antiguo, fue el símbolo de la organización) de esta sociedad secreta.