Además de Venezuela-Argentina, hubo tres partidos más por las eliminatorias sudamericanas. Éstos tuvieron, entre otras cosas, goles muy lindos, resoluciones inesperadas, y, por sobre todas las cosas, muchas emociones.
Chile 4 – Perú 2: Volvió una noche
Chile se recuperó de la crisis que ponía en peligro a su entrenador Claudio Borghi. Y lo hizo de la mejor manera, imponiéndose en el emotivo clásico del pacífico ante Perú por 4 a 2 en el Monumental de Santiago. Los dirigidos por el “Bichi” funcionaron muy bien a nivel ofensivo, con algunos pasajes que hicieron recordar a la primera fase de la última Copa América, y fueron muy contundentes.
Sin embargo, siguen habiendo huecos en la defensa, los cuales fueron explotados a medias por los peruanos, ya que los palos salvaron al arquero Claudio Bravo en reiteradas ocasiones, pero que hicieron que los locales no estén tranquilos, sino todo lo contrario. Pero, a pesar de ello, la victoria fue un gran alivio para “La Roja”.
Paraguay 1 – Uruguay 1: Una pequeña venganza
La albirroja y la celeste se volvieron a encontrar en el Defensores del Chaco, luego de aquella final de la Copa America de Argentina. Y los dirigidos por Francisco Arce, en cierto punto, se tomaron una mínima revancha de lo sucedido meses atrás: terminaron empatando sobre la hora con un tanto de Richard Ortíz.
A pesar de la desazón que generó el no poder conseguir la victoria, los dirigidos por Oscar Tabárez lograron algo histórico: este punto fue el primero que sumaron los charrúas en territorio guaraní. Y también en este parejo partido, Diego Forlán se convirtió en el máximo goleador de su seleccionado, con 32 anotaciones, contra 31 de Héctor Scarone.
Bolivia 1 – Colombia 2: Falcao, super suplente
Radamel Falcao García vio gran parte del partido en el banco de suplentes, ya que jugó como única punta Teófilo Gutiérrez. Pero entró a 12 minutos del final, y en la última jugada pudo facturar, fiel a su costumbre, con una contra letal para las aspiraciones bolivianas, y que decretó la victoria colombiana.
Los dirigidos por Leonel Álvarez dominaron el partido, pero el equipo de Gustavo Quinteros, con más amor propio que ideas, pudo empatar transitoriamente con una bomba de Ronald Raldes. Finalmente, Falcao, el suplente de lujo, hizo justicia.